Los turolenses se vuelcan en el adiós a Diego de Marcilla e Isabel de Segura

Toda una ciudad de luto. Lo que comenzaba siendo solo el funeral de Diego de Marcilla ha terminado con la muerte también de Isabel de Segura. Todo Teruel llora a sus Amantes, en un final que se repite anualmente pero que no por ello deja de sobrecoger. En la edición de este 2023 la población de la capital turolense se ha triplicado gracias a los 90.000 visitantes que han llegado para disfrutar de un ciudad impregnada de festividad y ambientada en el siglo XIII.

La de este domingo ha sido una mañana emotiva. Una comitiva ha transportado el cuerpo de Diego de Marcilla, muerto de manera fulminante horas atrás al ver como Isabel le ha negado el beso prometido cinco años antes. Ella, creyéndole muerto, se ha casado finalmente con Don Pedro. Ese beso que no le llega en vida a Diego se produce entre la multitud. Isabel se acerca al féretro y junta sus labios con los del fallecido. Y ahí muere también, en brazos de su amante ante una ciudad que, en silencio, ha asistido al final de esta historia de amor.  

Una edición que recupera el pulso de antes de la pandemia

Durante varios días Teruel ha escenificado una nueva edición de las Bodas y de la historia de sus Amantes. En este 2023, los turistas que se han querido acercar a una ciudad ambientada en el siglo XIII han llenado alojamientos y restaurantes. Y, aseguran desde la organización, se han recuperado las cifras previas a la pandemia, tanto en programación como en espectadores.

 Las Bodas de Isabel viven una edición de récord, tanto en programación como en visitantes.

Lorena Muñoz, coordinadora de la Fundación Bodas de Isabel, ha aplaudido que los actos se hayan celebrado "sin incidentes" en lo que ha sido "una edición muy emotiva" que ha venido acompañada del buen tiempo. Con la fiesta terminada, toca hacer balance general, pero desde la Fundación ya anticipan que la representación de este año ha sido todo un éxito. 

En cuanto a la alcaldesa de la ciudad, Emma Buj, confirmaba que en el primer año sin ninguna restricción sanitaria, la fiesta se ha recuperado. "Es difícil contabilizar los turistas que entran a la ciudad de Teruel, pero nos ha bastado ver las calles abarrotadas por los propios turolenses y por los turistas para darnos cuenta de que esta edición ha sido de récord", ha asegurado. Buj ha agradecido, además, el trabajo del equipo de la Fundación, de los actores y voluntarios "que hacen posibles esas escenas maravillosas" que atraen a miles visitantes y también hacen disfrutar a los turolenses.

Y mientras Diego regresa el año que viene a pedir un beso a Isabel, la fiesta busca ser reconocida como de Interés Turístico Internacional.