Un chispazo de Peybernes da aire al Real Zaragoza (1-0)

El Real Zaragoza ha sumado tres puntos vitales ante el Mirandés (1-0) en un duelo en el que ha evidenciado su ataque de nervios. En un partido de varias caras, el equipo ha sido superior, ha sido encerrado y ha podido sentenciar al final pero no ha tenido el acierto. Pese a que las sensaciones no son las mejores, los puntos son excelentes para un equipo que ahora ve al descenso a más de un partido de distancia. 

JIM apostó por la continuidad en el once con la única novedad de Peybernes, que suplía al sancionado Francés. Y el central celebró su primera titularidad con un remate con el estómago a la salida de un saque de esquina que ponía el 1-0 en el minuto 6. Era algo merecido, después de que Zapater no hubiera podido concretar un mano a mano y poco después Vigaray no llegara a rematar a puerta vacía unos minutos antes. Fue un arranque eléctrico del Zaragoza, al que se vio con ganas de ir a por un triunfo más que necesario. Ese impulso se desvaneció, quizá de forma instintiva, tras el gol y el Mirandés comenzó a amasar el balón y a ganar terreno.

Ese brusco cambio de tendencia se vio reflejado en la posesión, de la que por instantes el Mirandés rozó el 80 por ciento. Afortunadamente apenas logró ejecutar un par de disparos lejanos desviados y un remate cruzado con mucha intención de Cristo que Cristian repelió con una buena estirada. Víctor Gómez volvió a avisar con un potente disparo que se fue por poco en el minuto 33, mientras Juan Ignacio Martínez pedía a gritos desde la banda una reacción. El Zaragoza apenas jugaba a pelotazos y en una de las pocas jugadas que pudo trenzar Zapater remató a bocajarro tras una exquisitez de jugada de Vigaray pero Lizoain sacó su remate con la cara. Fue la señal de que el equipo seguía en el partido y el preámbulo a la acción que pudo desequilibrar el duelo, cuando tras una contra de Narváez el balón lo remató Eguaras, con escasa convicción, y Lizoain repelió el segundo tanto local.

En la segunda parte el Mirandés mantuvo sus malas intenciones y Javi Muñoz ya amenazó en el minuto 51 con un remate que se marchó fuera. Esa acción fue el preludio de un monólogo de los visitantes que literalmente encerraron al Real Zaragoza en su propia área. Por suerte la zaga blanquilla no tuvo fisuras y apenas concedió opciones medianamente claras, pero el peligro siempre estaba latente. Esa eficacia atrás fue frenando el impulso del rival hasta que el Zaragoza pudo volver a coger aire y templar un poco el duelo. Un duelo que pudo cambiar en el minuto 78, cuando una inocente mano de Pablo Martínez llevó al árbitro a señalar (VAR mediante) penalti a favor del Zaragoza. Alex Alegría asumió la responsabilidad, disparó con todas sus ganas y el larguero escupió la sentencia del encuentro y devolvió los nervios.

Fue el inicio de un final de partido que el Zaragoza no quiso cerrar. Primero la opción fue para Sanabria, que recuperó un balón en la frontal pero no pudo superar a Lizoain en una jugada que posteriormente ni Francho ni Azón pudieron aprovechar. Y dos minutos después era Chavarría el que remataba a bocajarro de nuevo con una gran intervención del meta del Mirandés. De ahí el final, un ataque de nervios en cada balón colgado del Mirandés y por suerte un Zaragoza que supo cerrar el partido para que no se jugara apenas en el descuento.

Ficha técnica:

Real Zaragoza: Álvarez; Vigaray, Peybernes, Jair, Nieto; Bermejo (Sanabria, 83'), Zapater (Francho, 69'), Eguaras (Adrián, 90'), Chavarría; Narváez (Zanimacchia, 90') y Alegría (Azón, 83'). 

Mirandés: Raúl Lizoain; Víctor Gómez, Vivian, Berrocal, Javi Jiménez; Iván Martín, Álex López (Jackson, 61'), Meseguer (Mario Barco, 90'), Pablo Martínez (Djouahra, 82'), Javi Muñoz; y Cristo (Simón, 82').

Goles: 1-0 Peybernes, 6'.

Árbitro: Trujillo Suárez. Amonestó a Javi Jiménez (71'), Víctor Gómez (78'), Jair (83'), Lizoain (84').