La salvación pasa por afinar la puntería

Minuto 76 del Sevilla-SD Huesca. Con 1-0 en contra, el equipo oscense se lanza al ataque. Con Escriche, Rafa Mir, Ferreiro, más los carrileros Galán y Maffeo, el asedio aragonés empieza a ser importante ante un Sevilla lleno de rotaciones que empieza a acusar el cansancio de su anterior cita, el partido de semifinales de Copa ante el Barcelona. Es entonces cuando Rafa Mir y Bono protagonizan una de las jugadas del curso: el murciano cabecea picado dentro del área y el guardameta marroquí le saca una mano increíble. Una de las paradas del curso, inverosímil. Cinco minutos después, Ferreiro se interna en la banda derecha y mete un buen balón en el área para que Sergio Gómez, primero, y Mir, en el rechace, se topen ante un Bono convertido en muralla humana. Esta vez el guardameta le saca a Mir el balón desde el suelo, con el brazo plantado en tierra. El balón acaba en córner, con la defensa sevillista pidiendo la hora y un Sergio Gómez gritando de frustración antes de sacar de esquina. En total, el Huesca tiró nueve veces, cinco de ellas a puerta. El equipo de Pacheta genera ocasiones pero no tiene acierto.

Y es que el drama viene de largo. Antes que Bono, fue Courtois el protagonista de su rival. El Real Madrid ganó en El Alcoraz con Rafa Mir mandando un balón al larguero con 1-0 y el portero belga salvando a los blancos en más de una ocasión. 13 tiros le hizo el Huesca al Madrid. Ya lo advirtió Míchel ("el entrenador rival nos felicita pero yo lo que quiero es ganar") cuando a los números el Huesca era mejor que su adversario, pero no acertaba a ganar. Con Pacheta la mejora defensiva del equipo tuvo su continuidad con una gran victoria en Valladolid por 1-3. Dos partidos después, el equipo altoaragonés ha caído haciendo grandes a los porteros rivales. La conclusión es simple: hay que mejorar la puntería por encima de todas las cosas.

Ahora, el Huesca ya piensa en su próximo rival, un Granada que acumula cinco partidos ligueros sin ganar. El objetivo: seguir así pero mejorando la puntería: que Ruí Silva no sea el protagonista de su equipo rival.