La calidad se impone al corazón en el minuto 90

El 31 de marzo de 2019 quedará señalado en la historia de la SD Huesca como el día que jugó por primera vez en el estadio Santiago Bernabéu. El hito era importante, pero era vital para los oscenses sacar algo positivo del encuentro contra el Real Madrid. Necesitaban irse de la capital con algún punto en el saco para volver a acercarse a los puestos de salvación. Y los de Francisco no decepcionaron.

El Real Madrid comenzaba presionando bien arriba e impedía al Huesca salir más allá de su campo. A los dos minutos, y sin avisar, el Chimy subía por banda derecha y le robaba la cartera a Nacho para poner un centro fuerte y bajo al punto de penalti que Cucho Hernández convertía en el primer gol azulgrana. Ya marcó en el Campo Nou y en el Bernabeú no iba a ser menos. El tanto se celebró, por supuesto, pero los jugadores no perdieron la compostura.

El balón era propiedad de los blancos; las ganas las ponía el Huesca. Odriozola destacaba como el jugador más peligroso de los locales en los primeros compases, mientras que Benzema aparecía en el campo en su versión de pistolero con balas de fogueo después de perdonar hasta en tres claras ocasiones. Unas balas que iba a cambiar por reales en la segunda parte.

El Huesca se quitaba la presión inicial de encima y se lanzaba a presionar arriba al Madrid. Los de Zidane no incomodaban a los altoaragoneses, pero en una acción individual de calidad de Benzema, el Madrid igualaba el partido con gol de Isco. Poco más del Madrid en la primera parte. El gol no cambiaba el esquema. El Cucho y Chimy continuaban con su trabajo de presionar la salida del esférico del rival. En los últimos instantes de la primera mitad era el Huesca el que proponía con el balón. El Chimy en el último minuto tenía la más clara para adelantar al Huesca, pero su disparo se marchaba por encima del largo. Así terminaba la primera parte. Los jugadores del Huesca habían saltado al césped como unos novatos en el Bernabéu, 45 minutos después se marchaban al vestuario como jugadores a la altura de tal escenario.

Santamaría, en frío, tuvo que estirarse en un magnfíco disparo de Benzema pegado al palo. Así comenzaba la segunda parte, con el Madrid avisando. Pasaban los minutos, los jugadores de toque del Madrid movían el balón y rondaban el área azulgrana. El Huesca intentaba salir a la contra y Chimy tuvo una ocasión muy clara. La presión de Ramos fue suficiente para desbaratarla.

Bale, que todavía no había aparecido en el partido, ponía un centro medido al área con el exterior que remataba Benzema al segundo palo para que Ceballos marcara el segundo gol de los locales. Tras el gol, Francisco movía ficha. Cambiaba la velocidad de Chimy por la referencia arriba de Enric Gallego. Zidane también movía el banquillo al sacar al campo a Lucas Vázquez por Brahim. El partido se adormecía y cuando menos se esperaba, en una jugada de córner, Etxeita remataba de cabeza a gol. Los 3.000 aficionados oscenses desplazados a Madrid volvían a soñar despiertos.

En la recta final del partido, la SD Huesca se lanzaba a por la victoria y ponía en problemas a un Real Madrid en horas bajas. El Real Madrid se daba cuenta de que se le escapaban dos puntos y subía un punto la intensidad para romper el partido. Y el Madrid con intensidad y con la calidad de Benzema es algo incontestable: zapatazo del francés al palo largo de Santamaría y 3-2 en el marcador. La genialidad se imponía a las ganas del Huesca.

Ficha técnica:

Real Madrid: Luca; Odriozola, Ramos, Nacho, Marcelo; Llorente (Mariano, 79’), Ceballos, Brahim (Lucas Vázquez, 64), Isco (Valverde, 75’; Bale y Benzema.

SD Huesca: Santamaría; Yangel, Etxeita, Mantovani, Pulido; Javi Galán; Moi, Musto, Rivera (Juanpi, 78); Cucho (Gallar, 82) y Chimy (Enric Gallego, 63’).

Goles: Cucho Hernández (3’), Isco (25’), Ceballos (62’), Etxeita (74’), Benzema (89’).

Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Pulido (48’), Musto (51’), Nacho (66’), Mantovani (90’).