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Iván Martínez: "Los jugadores ya empiezan a confiar en la idea que quiero implantar"

El entrenador habla de sus primeros pasos al frente de la primera plantilla del Real Zaragoza

Aragón Deporte /
icono foto Iván Martínez, durante la entrevista

Iván Martínez, zaragozano y zaragocista, vive sus primeros días como entrenador de la primera plantilla del Real Zaragoza. Así, el técnico ha hablado de cómo le han acogido sus nuevos pupilos: "Los jugadores nos han recibido con los brazos abiertos, escuchándonos, mirándonos a la cara, y eso ya te llena de satisfacción, que a la primera prueba de cambio sea así y veas que te hacen caso en lo que estás explicando y que empiecen a confiar en una idea que quieres implantar", ha explicado Iván. Un camino muy largo hasta llegar a este nivel, que empezó de niño en las categorías inferiores del club blanquillo: "De niño mi sueño era ser futbolista del primer equipo del Real Zaragoza. Tuve la suerte de poder jugar hasta el filial (...), pero mis cualidades no llegaron para dar ese salto al fútbol profesional", rememora.

Una vez salió del filial, construyó su carrera entre Tercera y Segunda B. Y es que para Martínez su vida está basada en el fútbol: "Mi vida se rodea de este deporte, desde muy pequeño solo me dedico a esto y tanto como jugador como entrenador mi vida es el fútbol". Tan es así que ya como jugador quiso coger la pizarra aparte de las botas e instruir a los más jóvenes. El año que jugó en Segunda B con el Barbastro, en la 2006-2007, entrenó al cadete del Amistad. Ese fue el escenario de un Iván que mientras competía como futbolista se iba formando e instruyendo, aprendiendo los secretos de un deporte que ama. "Jugando en Segunda B y Tercera me picaba la curiosidad por ser entrenador porque era algo que me interesaba mucho y empecé a entrenar niños en categorías inferiores hasta ahora; quince años seguidos entrenando y al final toda esa experiencia que vas acumulando nos ha llevado a conseguir otro sueño que teníamos, que es ser entrenador del primer equipo", cuenta. 

Una trayectoria vital, no sólo lúdica o profesional: "Gracias al fútbol conocí a mi mujer y a mis mejores amigos, y tengo conocidos en todas partes de España, con eso me quedo del fútbol". Algo en lo que ha invertido mucho tiempo: "El fútbol es una continua evolución y nosotros como entrenadores tenemos que formarnos y ponernos al día en todas las actualizaciones que hay, lo que más echo de menos es todo ese tiempo que he perdido con mi familia", reflexiona.

Ahora, ante la oportunidad de su vida en el Real Zaragoza, es claro con sus objetivos: "Quiero cambiar la dinámica del equipo, implicar a los jugadores en el positivimo, que vamos a cambiar los resultados seguro que desde la siguiente jornada. Tenemos que poner el el campo los valores del Real Zaragoza. Si los jugadores entienden estos valores y que solo se puede sacar esta situación a base de trabajo, humildad y sacrificio, el equipo responderá. A la afición le diría que tenga confianza en la plantilla, que vamos a sacar esto adelante". Son las palabras de un entrenador que respira fútbol y zaragocismo.