El crecimiento imparable de María Laborda

Pies de gato, magnesio y tres pitidos, eso es lo que necesita María Laborda para tocar el cielo. La temporada ha comenzado con buen sabor de boca para la ejeana al conseguir el bronce en la Copa de España en la categoría absoluta. Una medalla que le llegó en una categoría en la que no está acostumbrada a competir, la absoluta. "Tampoco fue una competición que yo me esperara porque fue la Primera Nacional y hay mucho nivel, es categoría absoluta y yo aún soy juvenil, así que dentro de lo que cabe bastante contenta y con mucho que mejorar". 

Y para seguir así, María dará el salto al centro de alto rendimiento que se encuentra en Sant Cugat en septiembre. Allí podrá compatibilizar mejor sus estudios con la escalada de velocidad. "Esto va a ser la bomba para mí, va a ser un antes y un después. También voy a estar con mis compañeros, voy a tener el muro al lado, no voy a tener que desplazarme una hora y media para ir y eso me va a cambiar la vida a mejor", afirma. Y es que, afincada en Ejea, Laborda tiene que desplazarse hasta Pamplona para entrenar. 

Mientras llega ese momento, María Laborda compite tanto en categoría juvenil como en absoluta. "En mi categoría estoy con mis amigas de mi edad, donde puedo rendir y estar ahí ahí, y en absoluta es un objetivo que yo marco que es yo contra mí y hacer lo que yo máximo pueda".  

 A corto plazo, la ejeana competirá en la Copa de Europa Absoluta en Austria, sin dejar de lado la preparación para intentar optar a los Juegos Olímpicos de París 2024.