El CD Teruel se lleva tres puntos de oro tras un final frenético (2-1)

El CD Teruel sigue empeñado en ganar para acercarse a una salvación que ya acaricia con la yema de los dedos. Lo hacen además jugando muy bien y con una facilidad ofensiva desconocida a principios de curso. Esta vez tocó imponerse a un rival directo, el Real Unión de Irún.

El conjunto turolense salió como en los anteriores partidos, buscando la portería rival. Así llegaron las primeras ocasiones, como un remate de Guillem Naranjo tras un centro de Borja Romero que desbarató Irazusta. Los de Jardiel movían a su rival de un lado a otro, le hacían correr y le ponían en apuros. Fruto de este buen juego llegó el primer gol en el minuto 38: Tena inició la jugada en el centro del campo para conectar con un Castillo que encontró a Aparicio; este entró en el área para darle un asistencia de lujo a un Romero que remató a las mil maravillas para poner el primero. 

Pese al buen juego, iba a tocar sufrir en la segunda mitad. Taliby y la defensa salvaron al equipo en varias ocasiones hasta que en el 85 Escobar ponía la igualada. Lejos de bajar los brazos, los de Jardiel se lanzaron arriba sin ambages. Fruto de pisar el área, lograron que Iñigo Muñoz tocará el balón con la mano dentro del área. Penalti... y gol de un Borja Martínez que no titubeó. Tres puntos de oro en un final de partido frenético... y todo el derecho del mundo para soñar.