‘Antecessor’ analiza los cuerpos de otros miembros de la familia real aragonesa en busca de respuestas genéticas

La frase “el destino es caprichoso” cobra aún mayor relevancia cuando se trata de explicar una muerte, y aún más si la persona fallecida estaba destinada a heredar el trono. Eso es lo que van a descubrir esta semana los antropólogos forenses y los historiadores en este décimo capítulo de ‘Antecessor’.

En las exhumaciones de los tres primeros Reyes de Aragón se encontraron otros cuerpos pertenecientes a sus mujeres y vástagos. Su análisis ha servido para reconstruir el árbol genealógico y para contrastar al 100% la identificación de los monarcas. Pero esta investigación también ha llevado a descubrir que la historia desconocía la existencia de alguno de sus miembros que por cuestiones del destino murieron a edad temprana… pero que, si hubieran vivido, podrían haber incluso heredado el trono de Aragón.

¿De qué murieron estos herederos al trono? ¿Por qué la historia borró sus nombres? Para responder a estas cuestiones las pruebas de ADN han cobrado más importancia si cabe que nunca en este capítulo, al igual que las teorías de los propios historiadores, a los que hubo que reunir de urgencia para contrastar y exponer los nuevos datos aportados por la genética. Anabel Lapeña, Domingo Buesa y José Luis Corral debaten sobre quién es quién en estos análisis y aseguran que  “este resultado supondrá un nuevo hilo del que tirar para la investigación histórica”.

‘Antecessor’ está dirigido por el investigador Nacho Navarro y la periodista y criminóloga Silvia Ladrero. El grupo médico está coordinado por la doctora Ana Cisneros y cuenta con los médicos antropólogos forenses más prestigiosos a nivel internacional, como  Miguel Botella, Paco Etxeberría, los zaragozanos Salvador Baena y Jesús Obón.