Zaragoza registra un atropello cada dos días y el 3% resultan mortales

Un segundo puede marcar la diferencia. Este es tiempo suficiente para que el conductor de un vehículo reaccione y evite un atropello. Eso sí, siempre que lleve todos los sentidos puestos en la carretera, ya que cualquier distracción puede ser fatal. La estadística dice que, en Zaragoza, hay un atropello cada dos días. Los datos del Ayuntamiento dicen que en 2022 el número de peatones arrollados en la capital aragonesa creció un 8% respecto al año anterior, y sumaron 224. De todos ellos, seis perdieron la vida, prácticamente el 3%.

Destaca otro dato, que en seis de cada diez accidentes, el peatón tenía la preferencia o se encontraba en la acera. En el resto de los siniestros cometió una imprudencia. 

En el conjunto de Aragón, 17 personas fallecieron atropelladas en 2022. Y en lo que va de año, tres personas han muerto en vías urbanas, dos en Zaragoza y una en Monzón. 

Múltiples factores

En este tipo de accidentes intervienen muchos factores, pero una de los principales es la velocidad, sobre todo cuando hablamos del resultado final. "En un atropello a 50 kilómetros por hora, la posibilidad de fallecimiento es del 80%. A 30, se invierte, y la posibilidad de sobrevivir es del 80%", explica José Antonio Mérida, jefe provincial de Tráfico de Zaragoza. 

Los expertos añaden que para prevenir los atropellos hay que eliminar distracciones y obstáculos. Fernando Navarro, presidente de Acera Peatonal, afirma: "Algunos elementos molestos tienen que ver con la colocación de los pasos de peatones y con su visibilidad, con eliminar plazas de aparcamiento justo antes de los pasos de cebra, quitar contenedores, plazas de carga y descarga... De ahí vienen, muchas veces, el peligro y los atropellos". La mayor presencia de bicicletas y patinetes en las vías urbanas tampoco ayuda.

Por su parte, Miguel Ángel Bernal, delegado de Stop Accidentes en Aragón, añade: "Hay que tomar conciencia de que la ciudad está para convivir todos".

Para incrementar la seguridad, en los últimos años se han modificado los diseños de los coches hacia formas más redondeadas e incorporado nuevos sistemas. "Ya hay algunos que detectan automáticamente peatones a través de la cámara de inteligencia que tiene el propio vehículo para procesar las imágenes que recoge. No las graba, pero las recoge y analiza. Y toma decisiones de forma automática. Ya hay sistemas de detección y frenado autónomo cuando el vehículo detecta que el atropello es inminente. Funciona a determinadas velocidades", indica Juan Luis de Miguel, director de investigación de Centro Zaragoza.