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POBREZA ENERGÉTICA

Uno de cada diez hogares aragoneses no puede pagar la factura energética a pesar de las ayudas directas

Un informe de la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental plantea que la clave para reducir la pobreza energética está en combinar estas ayudas directas con políticas de eficiencia energética en los edificios

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Pobreza energética en los hogares. / Europa Press

Uno de cada 10 hogares en Aragón apenas puede pagar la factura energética, lo que conlleva pasar frío en invierno y calor en verano. La pobreza energética ha aumentado en los últimos años tres puntos, afectando del 6% al 9% de la población, a pesar de ayudas directas para pagar la electricidad o la calefacción. Son datos que revela un estudio de la Fundación de Sostenibilidad Energética y Ambiental. Este informe apunta que, aunque este tipo de medidas son eficaces para reducir el número de hogares en situación vulnerable, no permiten "romper el círculo vicioso de la pobreza energética". Por eso, recomienda incorporar programas de eficiencia energética para los hogares y situarlos en el centro de las políticas para combatir esta pobreza. El informe recoge que esta sería una mejor solución a largo plazo para más del 90% de los casos. 

El bono eléctrico supone una reducción en la factura de la luz de hasta el 80%, mientras que el bono social térmico, destinado al gasto de la calefacción, se cobra una vez al año, dependiendo de la renta y la situación de vulnerabilidad de cada uno de los hogares. 

La información se convierte en un factor clave

La decisión de destinar la aportación mensual a la alimentación o a calentar la casa recae la mayoría de las veces en las mujeres, porque también en estos casos la pobreza tiene rostro femenino. Desde la Fundación de Ecología y Desarrollo  (Ecodes) señalan que es necesario mejorar la información para que las familias puedan optar a estas ayudas y lo traducen en cifras. Cecilia Foronda, directora de Energía y Personas en Ecodes, explica que el 78% de las familias a las que atienden con problemas de pobreza energética podrían optar al bono social, pero desconocen esta posibilidad.   

Otro de los problemas que afrontan estas familias es que, incluso cuando disponen de las ayudas, no son insuficientes. La profesora de la Universidad de Lleida, la cual pertenece a la Cátedra de Sostenibilidad Energética, Elisa Trujillo, asegura que las medidas que se han puesto en marcha hasta ahora actúan vía renta, aportando ingreso a los hogares, pero subraya que "son medidas a corto plazo y recurrentes", que solo suponen "poner un parche al problema". 

Las conclusiones del informe que ha realizado la Fundación de Sostenibilidad Energética y Ambiental apuntan a que la clave para reducir la pobreza energética sería combinar las ayudas a la luz y la calefacción con las políticas de eficiencia energética en los hogares a través de la rehabilitación. Cecilia Foronda considera que estas ayudas deberían ser integrales y que, en el caso de las familias en situación de vulnerabilidad, se les debería conceder el 100% por adelantado, porque "ni siquiera tienen el dinero para hacer frente a la rehabilitación antes de hacer la obra", añade.