El granizo afecta a 300 hectáreas del Somontano, pero aún confían en que será "una buena cosecha"

La última tormenta de este sábado descargó con fuerza en la comarca oscense del Somontano. El agua cayó sobre unas 300 hectáreas de viñedo, pero la totalidad de los daños no podrá ser evaluada hasta la próxima semana. 

Agustín Mur es uno de los agricultores cuyos viñedos, en Salas Bajas, han quedado afectados por la fuerza del agua. En un primer vistazo se aprecia, como él mismo explica, que "las uvas que han quedado, están todas tocadas por la piedra". En su campo, el granizo ha destrozado gran parte de las 40 hectáreas que tiene. 

El corazón del Somontano de Barbastro ha sido la zona más afectada. La previsión que tenían y en la que aún confían los viticultores es la de tener una campaña muy buena, porque, a diferencia de los últimos dos años, este sí ha llovido en estos viñedos de secano. 

En este momento, la preocupación se centra en la piedra y en las heladas de esta semana, que podrían reducir la producción un 20%, aunque es una estimación. El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Somontano, José Berroy, ha señalado que es preciso esperar algunos días porque el granizo cayó acompañado de mucha agua. En este momento saben la dónde se extiende "la línea del pedrisco, pero falta calcular la anchura de esa línea". 

A pesar de las inclemencias meteorológicas, desde el consejo regulador han asegurado que confían en que la calidad de la cosecha será muy buena.