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EN CUARENTENA

Una familia zaragozana denuncia su situación en un hotel de Palermo desde hace 17 días

Isabel Mariñosa, junto a su marido y sus dos hijos menores, se queja de la falta de información, la desorganización y las elevadas temperaturas que soportan a diario

ARAGÓN NOTICIAS / AGENCIAS /
Fachada del hotel donde se encuentra recluida la familia zaragozana. (Google Maps)
icono foto Fachada del hotel donde se encuentra recluida la familia zaragozana. (Google Maps)

Una familia aragonesa denuncia lo que califica de "calvario", que está padeciendo junto a decenas de turistas de otros países desde hace diecisiete días en el hotel San Paolo Palace de Palermo en el que se encuentran guardando cuarentena por COVID-19. La zaragozana Isabel Mariñosa se queja del sofocante calor, la  falta de información y la mala organización de las autoridades italianas, que han dispuesto de ese establecimiento siciliano para aislar turistas positivos por coronavirus o que hayan tenido contacto con algún positivo. Con ella están su marido, Ángel García, y sus hijos, de 14 y 16 años respectivamente, después de que la hija diera positivo en el crucero del que disfrutaban.

Esta familia de Zaragoza zarpó el 17 de julio de Barcelona, pero sus vacaciones cambiaron cuando, tres días después, su hija dio positivo en una de las pruebas que el crucero realizaba a bordo. Primero fueron aislados en camarotes y luego desembarcados en Palermo y llevados al hotel. La hija contagiada por un lado, el padre por otro, y la madre y el hijo menor, juntos en la misma habitación.

Mariñosa no se queja de que el hotel sea viejo, como hacen otros, y destaca los controles médicos y la comida gratis. Sin embargodenuncia que nadie les explique en qué situación se encuentran y que ni siquiera tengan un ventilador para aliviar los 40 grados que le impiden dormir sin tranquilizantes.

Su disgusto se incrementó cuando, al décimo día de aislamiento, ella dio positivo, aunque en todo momento ha sido asintomática, mientras que su hijo, con quien comparte habitación, sigue siendo negativo a la COVID-19. "La COVID no me hace nada porque no tengo ni un síntoma, pero otra cosa es la ansiedad", lamenta.

Esta zaragozana sí arremete decidida contra los seguros de viaje que cubren eventuales problemas por la pandemia y que, en su caso, no han respondido como esperaba.

Este viernes la familia al completo se ha sometido a una nueva prueba y el temor de la madre es que el hijo acabe dando positivo, lo que alargaría aún más  el aislamiento, ya que los gestores de las instalaciones decidieron no separarles cuando ella supo que tenía el virus, según denuncia.

Más quejas de otros españoles

Mariñosa y el resto de su familia están en contacto con otros españoles e hispanohablantes aunque no pueden precisar el número de personas que están aisladas en el hotel palermitano porque están en régimen de aislamiento. La barcelonesa Anna Robert y su marido han puesto fin este viernes a esta dura experiencia después de 22 días aislados. Su caso es similar, pues ella dio positivo en un test a bordo del crucero que tomaron el 12 de julio en el puerto de su ciudad. Robert relata "un calvario" a lo largo de estas semanas, en un hotel "que parece en ruinas, lleno de precintos, plásticos, hombres que gritan" y "con una comida y una atención médica patética", señala mientras viaja en taxi al aeropuerto.

En su pasillo asegura que había cinco o seis españoles, así como una mujer colombiana que reside en Madrid, y recuerda una ocasión en la que una mujer gritaba: "¡Quiero salir de aquí, o por la puerta o por la ventana!".