Un año después de la erupción de La Palma casi 200 afectados siguen viviendo en hoteles

Este lunes se cumple un año desde que estalló el volcán de La Palma y nueve meses desde que se apagó, y casi 200 afectados siguen viviendo en hoteles porque no tienen otro lugar donde alojarse.

La erupción duró 85 días y ocho horas, del 19 de septiembre al 13 de diciembre de 2021, lo que la convierte en la más larga de cuantas ha sufrido la isla desde el siglo XV y la tercera en la historia de Canarias. Más de 7.000 personas tuvieron que ser desalojadas de sus hogares y los sectores que mueven la economía palmera, la agricultura y el turismo, aún debaten cómo podrán recuperarse. 

Homenaje a los científicos

Este domingo, la colectividad de científicos, vulcanólogos, geógrafos, geólogos y sismólogos, entre otros, que han gestionado la erupción han recibido "un justo homenaje", en palabras del presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. En este acto, al que han asistido los ministros de la Presidencia, Félix Bolaños, y de Ciencia, Diana Morant, los científicos han reclamado a las administraciones que mantengan el esfuerzo presupuestario para el estudio y la formación de expertos en estos fenómenos teniendo en cuenta el origen volcánico de Canarias.

El volcán expulsó 217 millones de metros cúbicos de materiales, sin contar el que quedó depositado bajo el mar en los dos deltas que ha formado la lava en la costa de Tazacorte, que suman 48 hectáreas de superficie. 

Las coladas cubrieron de lava 11,8 kilómetros cuadrados, el 1,69% de la superficie de la isla. Esa tremenda losa de roca fundida, que se va enfriando lentamente desde los 1.140 grados que llegó a alcanzar, abarca seis kilómetros desde el cono hasta la costa, con unos tres kilómetros de anchura máxima.

Momento del homenaje en La Palma al colectivo de científicos que gestionaron la erupción.

Más de 7.000 evacuados

Más de 7.000 personas fueron evacuadas de sus casas, el 8,2 % de la población de La Palma. 2.329 personas residían en el perímetro cubierto por la lava o la ceniza y 1.676 edificaciones fueron destruidas o dañadas. Entre ellas 1.345 viviendas, 75 edificios industriales, 44 instalaciones de ocio y hostelería o 16 inmuebles de uso público, como colegios o iglesias, entre otros. Barrios enteros, como Todoque, ya no existen y otros, como La Laguna, tienen ríos de roca en mitad de sus calles

Además, 73,8 kilómetros de carreteras y vías urbanas y 370 hectáreas de cultivo fueron sepultadas. En total, 982 millones de euros en daños de todo tipo, a bienes públicos y privados, según la estimación del Gobierno de Canarias.

Imagen de septiembre de 2021 del barrio de Todoque, barrio de Los Llanos de Ariadne, cuyos vecinos han sido desalojados./ 

Otras consecuencias

Un año después, 180 personas siguen viviendo en hoteles. A ellos se suma una cifra no determinada de personas que residen con familiares o en otro tipo de alojamientos, como caravanas. Por otra parte, el precio de la vivienda se ha disparado como consecuencia de todos los inmuebles perdidos y del impacto de la gran cantidad de afectados que busca un alquiler o una compra al mismo tiempo.  Además, cientos de propietarios no saben si podrán recuperar las fincas y las casas que quedaron bajo la lava. Esos suelos siguen siendo suyos, pero cómo llegar a ellos, qué uso podrán darles y para qué servirán son cuestiones que aún emergen en toda reunión de afectados.