Ucrania trata de mitigar los efectos de los ataques de Rusia en Odesa

La ciudad ucraniana de Odesa está siendo el centro de los ataques de Rusia, tras romper el pasado lunes el acuerdo de exportación de grano ucraniano. Moscú lleva cuatro días consecutivos atacando infraestructuras agrícolas y almacenes de grano en la ciudad ucraniana, mientras el presidente Zelenski está intentando que los daños no provoquen problemas y que barcos de cereal puedan salir con normalidad desde el Mar Negro.  

Odesa trata de recuperarse de la oleada de ataques perpetrados por Rusia esta última semana contra infraestructuras portuarias y agrícolas. Los bombardeos comenzaron después de que el Kremlin diera por finalizado el acuerdo del grano, que pone en jaque las exportaciones de cereal de Ucrania.

Se trata de una situación "muy grave", según señala Rosemary A. DiCarlo, secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, que al mismo tiempo sostiene que puede tener un impacto "de gran alcance" en la seguridad alimentaria mundial, en particular en los países en desarrollo.

Ni Moscú ni Kiev permitirán que los barcos circulen libremente por el Mar Negro. Allí el Ministerio de Defensa ruso mantiene ejercicios navales con fuego real. El presidente Zelenski asegura que su oponente no logrará "convertir el Mar Negro en un área de terrorismo".

Desde que se firmó el Acuerdo del Grano, en julio de 2022, alrededor de 33 millones de toneladas de cereales se han exportado a través del corredor seguro. De esa cantidad, una parte se destinó al Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que ha repartido a ocho de los países más necesitados de ayuda humanitaria, la mayoría en África subsahariana.

Sin el grano ucraniano, y con la prohibición en la India de exportar arroz por su baja producción este año, la crisis puede afectar a unos 362 millones de personas en el mundo.