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SEGURIDAD VIAL

Siniestralidad sobre pedales: el 6,5% de los fallecidos en las carreteras aragonesas este año son ciclistas

El último atropello mortal a un deportista se produjo el pasado sábado, cuando el alcalde de Zuera fue arrollado en Gurrea de Gállego, y poco antes, otro siniestro acabó con la vida de un joven de Teruel

ARAGÓN NOTICIAS /
Una ciclista circulando por una carretera con arcén.
icono foto Una ciclista circulando por una carretera con arcén.

En lo que va de año, dos ciclistas han perdido la vida en las carreteras aragonesas. El último, el pasado sábado, cuando un vehículo arrolló al alcalde de Zuera, Luis Zubieta. Los accidentes de estos deportistas suponen el 6,5% de los siniestros mortales que se han producido en Aragón este 2023, un total de 31, según Stop Accidentes Aragón.

El uso de las bicicletas se ha multiplicado en los últimos años, convirtiéndose en uno de los medios de transporte preferidos en la ciudad, para desplazarse al trabajo o para practicar deporte. Desde los colectivos ciclistas reconocen que ha aumentado la concienciación vial, sobre todo al volante, pero falta camino que recorrer. Hacen también un llamamiento para la mejora de las señalizaciones y la ampliación de los arcenes de las carreteras, especialmente las secundarias.

Las cifras de víctimas en carretera arrojan un balance "similar" al de otros años, define Miguel Ángel Bernal, delegado de Stop Accidentes de Aragón. "En verano, los ciclistas son los más vulnerables, sobre todo los fines de semana", explica. Respecto a los últimos fallecidos, uno de ellos por colisión en la travesía de Villaspesa (Teruel) y otro arrollado en la N-330, en el término de Gurrea de Gállego, advierte que la responsabilidad de los conductores es "preocupante".

A nivel nacional, en 2022 murieron 44 usuarios de bicicleta, cuatro más que en 2019 (año previo a la pandemia). De ellos, nueve no llevaban puesto el casco. Según la información publicada en enero de 2023 por la Dirección General de Tráfico (DGT) respecto al perfil de las víctimas, el 33% de los fallecidos fueron usuarios vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas). En Aragón, en total se contabilizaron 20 víctimas mortales vulnerables, el doble que en 2019. Entre ellos no hubo ningún ciclista, mientras que en 2019 sí falleció uno. 

Para Bernal las campañas de concienciación son fundamentales: "Hay que mostrar la realidad, que es muy dura". "Pensamos que no nos va a pasar a nosotros y el accidente se produce en unos segundos, debido a despistes con el móvil, a no respetar la separación de seguridad, la velocidad, al consumo de alcohol y las drogas", apostilla. 

Situaciones duras que, por desgracia, a Antonio Pérez, vecino de Huesca, le han tocado vivir. "Hace unos años, iba de Huesca a Zaragoza a hacer unas compras. Iba por la carretera porque no tenía prisa. Al terminar una curva vi como un todoterreno adelantaba a dos ciclistas. Pasó muy cerca de ellos, los desestabilizó y acabaron en el suelo", cuenta. 

Uno de los deportistas acabó en el hospital. "Lo acompañé hasta que llegó la ambulancia. Por suerte, soy sanitario y pude ayudarle y asegurarme de que estaba consciente y tomarle el pulso, pero estuvo muy grave. Todo por una imprudencia de un conductor", lamenta.

El oscense, de 65 años, ha practicado ciclismo "media vida" y ha competido en numerosas pruebas. Señala que, por suerte, no se ha llevado sustos importantes, pero ha visto a amigos atropellados por vehículos: "No se lo deseo a nadie. Es una rabia, una impotencia y mucho sufrimiento ver que no valoramos nada la vida de los demás". Asegura que, como conductor, trata de dar ejemplo.

Apostar por la educación vial 

"Desgraciadamente, estamos habituados a que pasen cosas en la carretera, es como un bucle", se lamenta Luis Marquina, presidente Federación Aragonesa de Ciclismo. El comportamiento al volante y la convivencia con los vehículos ha mejorado mucho, reconoce. No obstante, considera imprescindible apostar por la educación vial desde edades tempranas. "Los niños que hoy van en bici, pueden ser los conductores del futuro. Además, la tendencia de transporte sostenible incrementará el uso de la bici no deportiva", señala Marquina.

En verano, la actividad ciclista y los desplazamientos en coche se incrementan de forma considerable. Por ello, desde la federación exponen una serie de recomendaciones: circular en grupo para ser más visibles, cumplir las normas de circulación "a rajatabla", a la derecha y en paralelo si la vía lo permite, y usar ropa clara y llamativa con autoseñalización.

"El factor accidente está siempre presente. El ciclista siempre depende de otro", indica Marquina. En este sentido, reclama que los conductores activen "un plus de atención" en las salidas de las ciudades y en curvas de las carreteras de montaña. Además, insiste en que las distracciones, como el móvil, son mortales para conductores y ciclistas.

Respecto a las infraestructuras, Marquina solicita la ampliación de los arcenes, sobre todo en las carreteras secundarias.

Aumentar la señalización 

Santiago Iranzo, presidente del Club Ciclista Iberia, uno de los más antiguos de Aragón, echa en falta la señalización que indica la presencia de ciclistas en la carretera. "En las vías llamadas pacificadas, como las carreteras de Valencia o de Huesca, en la provincia de Zaragoza, por ejemplo, debería haber más indicativos de aviso, al menos cada 10 kilómetros y más grandes", apunta.

Iranzo destaca que están observando más siniestros en las salidas de la ciudad y en las carreteras secundarias este año. "El accidente por alcance es el más peligroso, porque no lo ves venir y se produce generalmente cuando van uno o dos ciclistas, por eso aconsejamos ir en grupo", comparte.

En este club ciclista imparten numerosas clases de educación vial con la asistencia de la Policía Local, ya que considera que "ninguna sobra". En este sentido, en la web la Dirección General de Tráfico puede consultarse un decálogo con recomendaciones dirigido a peatones y ciclistas.

"Me toca frenar teniendo prioridad" 

La opción de usar la bicicleta en lugar de otro vehículo para desplazarse en ciudad e ir al trabajo es cada vez más frecuente. Enrique Aliende, vecino de Zaragoza, utiliza este medio en su día a día: "Hay veces que si no hay carril bici prefiero ir por la acera, muy despacio y con precaución, aunque esté prohibido. Prefiero que me multen a jugarme la vida, sobre todo si llevo a mi hijo en la sillita para dejarlo en el colegio". 

Diariamente se enfrenta a situaciones que califica como una "falta de empatía increíble" por parte de los conductores. "Prácticamente, una vez a la semana me toca frenar teniendo yo prioridad, porque un coche no para en un ceda el paso. Si no lo hiciera, ya estaría muerto o en el hospital", lamenta.

En su faceta como cicloturista no ha sufrido grandes sustos y reconoce que, en ocasiones, algunos ciclistas urbanos y de carretera tampoco piensan en el resto de conductores. "Ocupan los dos carriles cuando van en grupo en carreteras secundarias o cruzan por cualquier lado sin respetar las señales, ni al resto de conductores y peatones. Esto es algo que nos perjudica a todos", advierte. Aliende tiene claro que el casco es un seguro de vida y siempre lo lleva en cualquier trayecto por seguridad y como ejemplo para su hijo.