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MASCOTAS

Perros versus hijos: cuando las mascotas ganan terreno a los niños

El número de niños nacidos en los últimos seis años en la Comunidad se sitúa en 61.726, mientras que la cifra de perros registrados, sin contar otras mascotas, ha aumentado en algo más de 47.000

JAVIER OLIVÁN LÁZARO /
icono foto Elena y María posan junto a sus siete perros el pasado mes de diciembre.

Se define a sí mismo como un "fanático" de los perros y basta compartir unos minutos de su día a día para comprobar que la afirmación no es exagerada. Eduardo Adán es un zaragozano que junto a su mujer, Pilar, y sus hijas, Elena y María, forman una curiosa familia que completan Poopy, Lorenzo, Gala, Buh, Macarena, Bubal y Aneto, siete simpáticos peludos que llenan de alegría cada rincón de su casa.

Ellos son solo un ejemplo más de una tendencia que cada año cobra más fuerza en Aragón: tener mascotas en las viviendas. Y en algunos casos, esa preferencia por los animales pasa por delante de la intención de tener hijos. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos seis años han nacido 61.726 niños en la Comunidad: 45.774 en Zaragoza, 10.074 en Huesca y 5.878 en Teruel. Paralelamente, el número de perros registrados en ese mismo periodo ha crecido en 47.056. Con lo que el censo de canes supera los 290.000 ejemplares en 2021, según los datos del Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza (COVZ). Y esto teniendo en cuenta que esta estadística solo incluye los perros inscritos, ya que el resto de mascotas no tienen obligatoriedad de estar registrados.

"La tendencia es tener cada vez más animales de compañía, hemos registrado un crecimiento continuado, especialmente los últimos cinco años", afirma Luis Javier Yus, gerente del COVZ, que celebra esta apuesta por las mascotas, pero recuerda que son "seres que viven muchos años y que requieren una serie de cuidados".

"La gente tiene que tener claro que está adquiriendo un ser vivo. Con la incorporación al trabajo de los jóvenes, que no es fácil, la posibilidad de formar un núcleo familiar y tener hijos se puede posponer", destaca Yus.

Una teoría que comparte otro vecino de Zaragoza, Miguel Moreno, de 29 años. Junto a su pareja conviven con dos perros, Lucas y Gus, mientras la opción de tener un hijo permanece aparcada en un segundo plano. "Con la precariedad laboral y los salarios bajos, es evidente que los jóvenes tenemos más dificultades para crear un proyecto de familia", explica este amante de los animales, que, sin embargo, no cierra la puerta a la paternidad. "Me gustaría en un futuro, pero de momento disfrutamos con nuestros ‘hijos peludos’", bromea.

"¿Convivir con siete perros? Es cuestión de organización"

Eduardo Adán adquirió su primer perro en 1999, después de ver a un can haciendo diferentes ejercicios con obstáculos en el Parque Grande José Antonio Labordeta de Zaragoza. "Le comenté al dueño que me gustaría hacer eso y lo compré. Empezamos con uno, después otro y otro…", asegura este apasionado del agility, una modalidad donde los perros realizan una serie de ejercicios siguiendo las instrucciones de sus dueños.

Cada mañana, sobre las 5:00 horas, los animales dan su primer paseo del día. Una rutina que repiten, también junto a Eduardo, sobre las 14:30 horas, una vez finalizada la jornada laboral. "Varios días venimos al Agility Indog, junto a otros fanáticos, a entrenar con los perros. No es complicado, simplemente tener organización", afirma Eduardo, un "apasionado" de estos animales y miembro del centro de entrenamientos para perros Agility Indog.

"Nos encanta trabajar con ellos, ver cómo disfrutan, el vínculo que creas… los queremos muchísimo", relata con evidente sinceridad. Pero, además de los siete perros, su mujer y él cuidan también a sus dos hijas, de siete y cinco años. "Tienen una relación fenomenal con los animales. La mayor, Elena, este año ha empezado a competir en agility y está encantada. Pero también les inculcamos una serie de responsabilidades, que vean que no es simplemente tener el perro para pasárselo bien", afirma el padre de las menores.

Unos cuidados que la pequeña pone en práctica con disciplina. "Me gusta mucho tener perros. En verano me meto a la piscina y juego con ellos, pero también hay que darles de comer, llevarlos al veterinario si están malitos, peinarles... y recoger las cacas o el pis cuando se hacen", afirma Elena con convicción. 

Cuestionado sobre a quién quiere más, Eduardo esboza una sonrisa y responde con rotundidad: "Por supuesto, a las niñas, pero los perros son una parte muy importante de nuestra vida", sentencia.