El coche eléctrico en Aragón se enfrenta a un parque automovilístico de 13 años de antigüedad media

En Aragón se trabaja para reducir los niveles de contaminación con la puesta en marcha en las ciudades de zonas bajas en emisiones. Sin embargo la media de edad del parque automovilístico supera ya los 13 años. Los situación económica ha empujado en los últimos años a la compra de coches de segunda mano, que prácticamente duplican a los de nueva matriculación. Un dato que no beneficia a las políticas de cero emisiones que promueve la Unión Europea y en las que se incluye la eliminación para 2035 de los coches con motores de combustión. La deriva geopolítica y económica que se vive a nivel internacional tampoco lo pone fácil. Un tema que ha abordad el programa 'Objetivo' de Aragón TV.

Con todo ello, comprar un coche actualmente puede ser un quebradero de cabeza. Y no solo a la hora de elegir entre un coche de combustión o eléctrico, la actual situación económica tampoco facilita la decisión. El gerente del Cluster Aragonés de la Automoción, David Romeral, cree que, respecto al coche eléctrico, "el precio, la autonomía y la recarga que hace que el consumidor no la vea como la mejor opción y decide acudir al mercado de segunda mano para adquirir un coche para cuatro años mientras se resuelven estos problemas".

El coche eléctrico aún genera recelo por otros motivos que, según explica el director del grupo de sistemas eléctricos del Circe, Alejandro Díaz, generan un círculo vicioso: "Hay poca infraestructura de carga porque hay poca penetración del coche eléctrico y hay poco coche eléctrico por falta de penetración de las estaciones de carga". Además, como explica Juan Betrán, de Talleres Becars, las actuales baterías no ayudan:  "Un coche eléctrico es un móvil gigante. Tiene una batería que pierde sus propiedades. Cuando haya que cambiarla tendremos que cambiarla que vale como un coche nuevo o tendremos que tirar el coche". Por ello, la directora del Instituto de Carboquímica del CSIC, Isabel Suelves, "hay que mejorar y seguir investigando, en tecnologías para reducir el consumo de litio de las baterías, o bien crear baterías mas ligeras".

Un cambio lento pero imparable

La Unión Europea ha marcado el 2035 como el año en el que se dirá adiós a los coches con motores de combustión diésel y gasolina. Un cambio que, recuerda Alejandro Díaz, es "lento pero imparable", mientras que Juan Luis de Miguel reconoce que no se puede estar paralizados una década "esperando que se estabilice o predomine una tecnología" porque, señala, "igual eso no ocurre nunca". Algo en lo que ahonda, Juan Luis de Miguel: "En cada momento hay que tomar una decisión en función de las necesidades y las tecnologías que existan. Si siempre pensamos en el futuro solo nos va a generar intranquilidad inquietud y parálisis"

Por su parte, Isabel Suelves cree que "es complicado" poder cumplir los plazos marcados para 2030 y 2050, pero asegura: "Hay que avanzar en esa dirección". Javier Serrano, por su parte, lo tiene claro: "En diez años, todos con vehículo eléctrico".

La implantación del coche eléctrico está muy lejos del objetivo marcado por la UE.

En Noruega el 75 por ciento del parque automovilístico es eléctrico. En España, aunque crece muy lentamente, la cifra no llega al uno por ciento. No obstante, Alejandro Díaz recuerda que España puede mirarse en un país vecino como Portugal, que ha avanzado más en este sentido: "Tiene un poder adquisitivo como el nuestro o menor. Con medidas sencillas como estandarizar y usar un tipo de carga común, en vez de que sean 20 aplicaciones de 20 eléctricas distintas, ayuda a que se desarrolle y ya tienen una infraestructura mejor que la nuestra"

Llegados a este punto, en la actualidad, existe un dilema que enfrenta a propietarios de los coches más antiguos con la retórica de conseguir emisiones cero de gases contaminantes a la atmósfera. Un buen uso del vehículo va a ser fundamental para reducir la contaminación. Juan Betrán cree que un diésel no sirve "para ir a comprar o llevar a los niños al colegio a un kilómetro de casa y a dos del trabajo. "El motor diésel necesita trabajar a régimen constante durante mucho tiempo para dar las propiedades que tiene", recuerda.

Por su parte, Isabel Suelves reconoce que no es lo mismo usar el el coche en ciudad que en carretera y desplazamientos largos, por lo que cree que habrá tecnologías que convivan y habrá que adaptarlas al objetivo de cada uno con su movilidad. Por su parte, Juan Luis de Miguel, director de Investigación en Centro Zaragoza, señala: "Un consumidor debe plantearse si tiene que cambiar de vehículo. Si no tiene porque hacerlo y puede seguir con el suyo debe centrarse en realizar un buen mantenimiento. El consumo de combustible y las emisiones contaminantes no son iguales toda la vida"

La situación económica también frena la adquisición de coches nuevos

Lo cierto es que todas estas dudas sobre el coche eléctrico se han traducido en un envejecimiento del parque automovilístico. En los talleres y en las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) perciben que los coches que llegan son cada vez más viejos. Juan Betrán destaca que "se nota que la gente aguanta cada vez más los mantenimientos". Algo que corrobora con cifras, Julio Sánchez, responsable técnico de la ITV de Plaza: "Se ha producido un incremento del 2% del volumen de inspecciones. Esto significa que hay vehículos que se mantienen durante más tiempo y ha descendido el ritmo de matriculaciones de coches nuevos en el ultimo año".

La pérdida de poder adquisitivo aparece como otra de las causas que explican esta situación. Según el comercial del concesionario CARZA de Zaragoza, Javier Serrano, los clientes tienden a comprar de segunda mano y kilometro cero por el precio. "Al final han subido de precio y los clientes se acaban fijando en el precio final", señala. Por su parte, Julio Sánchez también destaca que "la crisis de componentes en el mercado de automoción hace que la entrega de unidades se esté demorando bastante".