Numerosas localidades aragonesas recuperan los mayos tras dos años de parón

Acaba de arrancar el mes de mayo y en muchas localidades aragonesas lo han recordado cantando. Lo han hecho con la tradición de los mayos, unas coplas con las que se celebra la llegada de la primavera y, antiguamente, una manera de conquistar a las mujeres.

"Ya estamos a 30 del abril cumplido, alegraos damas que mayo ha venido", es la reconocida estrofa con la que arrancan los mayos. Cambia la tonadilla según la localidad, pero no el mensaje. "Antes se cantaban jotas a las mayas, es decir a las chicas de los pueblos, sus pretendientes, quien quisiera rondarle", indica Javier Iserte, miembro de la Asociación Cultural Ciudad de los Amantes. 

Las rondas, como en Teruel capital, han vuelto a salir a la calle tras dos años sin hacerlo por las restricciones. Lucía Villalba, componente de la Agrupación Laudística Gaspar Sanz subraya: "Damos una ronda por las calles del centro y nos pueden seguir todos los de Teruel o los visitantes que les apetezca", explica. 

Se convierten de esta manera en un atractivo para prolongar la noche al son de guitarras y bandurrias. "Hemos venido este fin de semana y nos hemos encontrado, gratamente, este espectáculo", comenta un turista en la capital turolense. "Todos los años he venido a verlas y ahora, después de la COVID-19, nos estamos emocionando un poco", añade otro.

A los mayos de Teruel capital se sumaron el sábado por la noche los mayos en Alba, Montalbán o La Codoñera, siendo los de la Sierra de Albarracín los de mayor fama de la provincia.