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#PILAR23

Navegantes, supersticiosos y tradicionales: todos tienen el porqué de su ofrenda

Muchas son las anécdotas que rodean a la Ofrenda del Pilar. Este año ha habido pedidas de mano y almorzadores que se guían por las costumbres

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Una petición de mano sorprende a oferente en el Pilar

Entre los cientos de miles de personas que salen en la ofrenda es inevitable que se produzcan situaciones únicas. Por lo especial del día y porque muchos ojos están puestos en la celebración. Familias emocionadas porque recuerdan a sus antepasados ya fallecidos, parejas que se juran amor eterno y expertos en el almuerzo que solo comienzan a comer si la Virgen ha bendecido los alimentos.

Entre los que hacen una entrada poco común están los 'ebronautas'. Este año no han podido remontar el río porque el bajo caudal impide su navegación. Solo un puñado de valientes ha llegado hasta el Pilar en piragua. "Le pedimos a la virgen que llueva y a la Corporación que limpie la ribera. Se le canta mucho al Ebro pero no se le cuida lo suficiente", ha señalado Pablo Polo, gerente de Iberflumen.

A los pies del andamio que sujeta la imagen de la virgen ha habido una petición de mano. Abraham y Naiara se han comprometido, con el permiso de la Virgen. "Yo le decía algo bonito, ¿Cuándo me vas a pedir matrimonio?", ha expresado emocionada ella. Su pareja desde hace un año lo tenía claro: "Quería que fuera delante de la virgen, que es muy especial para ella, y con toda su gente".

La emoción se vive de manera especial en las familias que acuden a la ofrenda con representación de varias generaciones. "Venimos muchos", ha expresado entre lagrimas José Luis, que a sus 80 años no falta a la cita acompañado de su mujer Consuelo; una mujer que ganó el certamen de jotas de 1965.

Y como la devoción no está reñida con el hambre, es importante que el almuerzo esté presente en los oferentes. Claro que no todo vale. "Hasta que el pan no pasa por debajo de la Virgen no empezamos. En cuanto pasa ya se puede almorzar", señala uno de los que ha cruzado la plaza a primera hora. Luego ya está la profesionalidad de cada uno para respetar las normas.