Los apicultores prevén una cosecha mermada por la sequía, mientras aumentan los costes de producción

Los apicultores aragoneses prevén una merma de la próxima cosecha de miel por la falta de lluvias, lo que supone una menor floración, que podría llegar al 40%, aunque la pérdida será desigual por comarcas. Una sequía que además, hizo que, al final del verano, las abejas fueran los únicos insectos disponibles para los abejarucos, que necesitaban alimento antes de iniciar la migración, y que ha supuesto una presión extra para las colmenas en la provincia de Huesca.

La falta de flores y néctar, además, ha provocado que los productores hayan tenido que alimentar con pienso a las abejas, que se morían de hambre, como asegurado el responsable del sector apícola en COAG, y productor en Castelflorite, Pedro Loscertales, en el programa De Puertas al Campo, de Aragón Radio. Un coste más, el del pienso, que se suma, ha señalado, al incremento del resto de insumos, que han crecido un 100% en los últimos años.

Además, el sector sigue reclamando un plan de apoyo con ayudas directas y un cambio en las normas que rigen el etiquetado, porque la modificación que se efectuó en 2020 no es suficiente, señalan. Las etiquetas, denuncia el apicultor aragonés, siguen sin reflejar fielmente el origen real del producto, o el porcentaje de mezcla de cada tarro. El año pasado, detallaba Loscertales, se importaron más de 27.000 toneladas de miel, de las que al menos 8.000 provenían de China. “Estamos sorprendidos de que el contenido de un kilo de miel provenga de cinco países. Al menos, que se incluya el porcentaje de mezcla de cada país, y el consumidor pueda elegir lo que compra”, ha apuntado.

En este sentido, esperan que España impulse los cambios necesarios durante su presidencia del Consejo Europeo, en la segunda mitad de este año.