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HUESCA

El Monasterio de Casbas se transformará en hotel y albergue, manteniendo su esencia

La edificación fue motor económico de la zona varios siglos y desde 2004 se encuentra deshabitado. Los vecinos creen que servirá como revulsivo turístico y económico

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Vista aérea del Monasterio de Casbas de Huesca.

El año que viene podrían comenzar la obras para transformar el Monasterio de Casbas de Huesca. Los propietarios quieren abrir un hotel y un albergue en  una pequeña parte del monumento, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1984.

La edificación es uno de los máximos exponentes de la orden cisterciense en Aragón. Estuvo habitada por monjas de clausura durante 850 años. Todas las estancias se van a conservar, pero el palacio abacial se transformará en un hotel. De esta forma, los clientes podrán vivir una experiencia monacal.

Entre los vecinos, la noticia ha levantado expectación y muchos coinciden en que es algo positivo para el pueblo. "Siempre ha habido una relación muy interesante con el monasterio", comenta uno, a lo que otro residente añade: "El Monasterio de Casbas ha sido un foco cultural de todo Aragón y también ha influido en la cultura que ha tenido el propio pueblo".

La creación de un establecimiento hotelero servirá de revulsivo para la zona, gracias a la creación de empleo, que ayudará a fijar población en la localidad y el entorno. "Si empieza a funcionar, yo creo que el hecho de que venga gente nueva, familias nuevas, creará puestos de trabajo, con lo que vendrá gente y aumentará la población", augura la alcaldesa del municipio, María Pilar Viu.

Interior del monasterio. 

En la Edad Media fue el motor económico de la zona y lugar de encuentro para las localidades cercanas. En 2004 las monjas abandonaron el lugar y desde entonces está deshabitado. 

Las estancias dan buena cuenta de la importancia que tuvo siglos atrás. "Se conservan la sala capitular y el refectorio. Además, hay salas para ocasiones especiales, incluso luctuosa, como puede ser la muerte de una monja  o de una abadesa", explica Miguel Martínez, vocal de la asociación Ana Abarca de Bolea. 

Las obras mantendrán el carisma y la estética de la edificación, asegura Sergio Miguel, socio del Monasterio de Casbas: "La idea es hacer que siga manteniendo esa esencia que tiene, que es lo que le va a hacer atractivo. La diferencia de un sitio como este es la parte genuina".