Un desfile multicultural despide el Festival Folklórico de los Pirineos marcado por la fraternidad entre países

Un multitudinario e internacial desfile ha puesto el cierre a la 52ª edición del Festival Folklórico de los Pirineos. Alrededor de 500 participantes han formado parte de un certamen que durante cinco días ha reunido en torno a 55.000 personas e inundado las calles y plazas de Jaca de música y bailes tradicionales llegados desde 11 países como Indonesia, Eslovaquia, México o Uganda, además de la representación aragonesa y nacional. 

El pasacalles ha estado protagonizado por el color y sonidos típicos de los 16 grupos participantes, que a su vez han hecho llegar el rtimo y la energía de sus paises al alto público congredado en la calle Mayor de Jaca. Todo ellos la han recorrido por última vez, donde no ha habido más frontera que la de los compases de una ranchera o de los ritmos de Zimbabue.

Este festival tiende puentes entre aíses y tradiciones de diferentes partes del mundo y se complementa con múltiples pasacalles, conciertos, exposiciones, feria de artesanía y actividades para los más jóvenes. Keko Jacal teniente de alcalde del ayuntamiento de Jaca ha destacado que la cifra de visitantes, entre las 55.000 y 58.000 personas, ha superado los números de 2019.

El balance es "muy positivo", señala, y el "nivel de fratrenidad entre los grupos es difícil de explicar", explica emocionado. En este sentido Cajal ha explicado que se han desarrollado actuaciones conjuntas de Estados Unidos y Rusia, "hemos conseguido que se olvide por un momento los problemas y reine la solidaridad", ha recalcado.

Intercambio de regalos

Todas las culturas presentes en el certamen se han reunido en la mañana de este domingo para protagonizar uno de los actos más tradicionales y simbólicos, como es el intercambio de obsequios con el consistorio de Jaca, que en esta ocasión en su regalo ha hecho referencia a los 400 años de los Bailadores de Santa Orosia y a la flor de Edelweiss, tan representativa del certamen.

Los grupos participantes han accedido al Ayuntamiento escoltados por los voluntarios al ritmo de los palos, de la música, del chiflo y el salterio. Carlos Serrano alcalde de la ciudad, ha destacado que este acto "supone el colofón del festival y donde juntamos las tradiciones, culturas y razas en ese simbolismo del intercambio de regalos".

Por su parte, los grupos han entregado una variada muestra de artesanía, recuerdos y productos típicos de sus países. Los asistentes han disfrutado de dos interpretaciones musicales con el chiflo y el salterio y para finalizar ha sonado el himno del Festival Folklórico de los Pirineos.