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MÚSICA

Las salas de música en vivo aragonesas mantienen el ritmo en 2023, con más de 1.200 conciertos

En el último año, 120.000 personas han pasado por las salas aragonesas, donde el 60% de la programación la han protagonizado grupos de la Comunidad

ENRIQUE SÁNCHEZ /
Más de 120.000 personas han asistido a los conciertos organizados por las salas de Aragón en Vivo en 2023. / Europa Press
icono foto Más de 120.000 personas han asistido a los conciertos organizados por las salas de Aragón en Vivo en 2023. / Europa Press

Las salas de conciertos aragonesas han superado el 2023 con buena nota. Han incrementado ligeramente su programación, superando los 1.200 conciertos, y sacan pecho de ser las únicos que mantienen la música en directo fuera de las fiestas locales. Basta con acercarse a alguna de las pequeñas o medianas salas que hay en la Comunidad para comprobar que el "directo" gusta y que es una forma de ocio que goza de buena salud.

Es complicado hacer un perfil de los asistentes a este tipo de eventos. "Dependen de los gustos y de los estilos de cada grupo", explica Joaquín Domínguez, secretario coordinador de Aragón en Vivo, asociación que engloba a la gran mayoría de las salas profesionales de actividad musical de iniciativa privada que hay en Aragón. Pero lo cierto es que la mayoría tienen edades comprendidas entre los 35 y los 50 años y se decantan por el 'rock', el 'blues' o el 'soul'. En el último año, 120.000 personas pasaron por alguna de la salas de la asociación.

"Cuando hablamos de 'rap' o música más urbana, sí que vemos que baja un poco la edad", comenta. Precisamente ese es uno de los retos de los programadores, como asegura Domínguez: "Rejuvenecer el público que asiste a nuestros conciertos". Las salas lo intentan, pero encuentran algunos escollos. En conjunto han invertido más de 800.000 euros en su organización: "Traer a los artistas que les gustan es más complicado porque no hay un término medio, o son muy grandes para nuestras salas, o demasiado 'underground' y no son rentables". También los hay que "no son capaces de hacer un concierto entero", asegura en referencia a estilos como el reguetón.

Las salas de conciertos son el trampolín para muchos artistas jóvenes o desconocidos. "Izal empezó en la Ley Seca con 70 personas", recuerda Domínguez, que reivindica la existencia de estos espacios culturales para aumentar la cantidad y la calidad de los grupos musicales.

La mayoría de las salas aragonesas son pequeñas, apenas pasan de las 300 personas de aforo, pero están muy especializadas en los estilos. "Eso nos permite una programación muy, muy rica y eso es bueno para todos. Hay salas más rockeras, otras heterogéneas y otras con perfiles más jóvenes. Así podemos programar con grupos emergentes, pero también con otros que son menos comerciales o que mueven menos gente", subraya.  Además, el 60% de la programación ha estado protagonizada por grupos aragoneses.

Zaragoza, referente musical entre las grandes ciudades

Esa diversidad hace que Zaragoza esté a la altura de las grandes ciudades españolas, como Madrid, Barcelona o Valencia, que tienen salas más grandes y quizá una oferta más variada. "Si lo vemos de forma proporcional a la población, estamos a su altura", explica Domínguez, que saca pecho del buen hacer de los programadores de conciertos aragoneses. De hecho, hay semanas que en la capital aragonesa es difícil elegir a qué concierto ir, ya que hay más de ocho opciones diferentes. "La mayoría de artistas pasan por Zaragoza en sus giras. Son grupos de 'pop' o 'rock' americanos o europeos que quieren venir a Zaragoza a tocar porque hay salas con una acústica o espacios que se ajustan a lo que necesitan esos artistas", afirma. 

El panorama musical de directo no es solo cuestión de grupos extranjeros. El 65% de la programación de las salas de Aragón en Vivo cuenta con artistas de la tierra. "Tienen su espacio en nuestras salas, no podía ser de otra manera. No podemos hablar de ningún grupo en particular porque cada artista tiene su tirón", indica el programador. Es así para lo bueno y para lo malo, porque también hay ocasiones en las que "no son rentables para las salas". "Hay que ser conscientes que abrir una sala cuesta dinero y somos empresas privadas", recuerda Domínguez. El secretario explica también que están pendientes de renovar los acuerdos que tienen con los principales ayuntamientos y con el Gobierno de Aragón para las ayudas a la programación y recuerda que su asociación da empleo directo a más de 250 personas en Aragón.

Corleone, una excepción de 20 años en el Alto Aragón

La mayoría de la programación de estas salas se encuentra en la ciudad de Zaragoza por una cuestión estadística, ya que es donde hay mayor población y, por tanto, mayor demanda de estos eventos en directo. En Huesca también existe una programación regular y se mantiene el volumen de conciertos entre las salas privadas y la iniciativa pública. Así como en Teruel capital, donde es más complicado, aunque existen también pequeños espacios que optan esporádicamente por la música en directo.

Programación musical de enero y febrero. / Sala Corleone

En la provincia de Huesca, dejando al margen su capital, destaca la sala Corleone de Sabiñánigo, que en 2024 va a celebrar su vigésimo aniversario. "Empezamos con una idea entre amigos de montar un sitio de referencia más grande de lo que había en la zona y siempre pensando en la música en directo, porque había estado en Inglaterra y allí era cultura. Así que el primer día abrimos con Tachenko y el segundo con Los Gandules", explica su propietario, Eduardo Lardiés, recordando los inicios de la sala en septiembre del 2004.

Desde entonces, Corleone es conocida como "la Oasis del Alto Aragón", como señala su gestor, con un público fiel de Sabiñánigo, Jaca, Biescas e incluso del sur de Francia, que se acercan a los conciertos que proponen. Con un aforo de 300 personas, la sala serrablesa dedica las noches de los viernes a la música en directo. Lo hace con un ciclo de blues en los meses de enero y febrero. Después, con más rock y desde hace un par de años con el Ciclo Polar: "Lo dedicamos al 'pop' y al 'indie' de música español en la que no cobramos entrada y lo hacemos para promoción de grupos emergentes". 

Al igual que el resto de salas, su reto es "rejuvenecer" al público, "aunque también nos da 'gustazo' que vengan jubilados a los conciertos", señala Lardiés. Para ello, apuestan por concursos de rap y por proponer eventos los sábados por la tarde, que "tienen buena acogida". Eso les ha obligado también a adelantar los horarios de los eventos. "Cuando empezamos, los conciertos eran a la 1:00 de la madrugada y ahora los hemos adelantado a las 23:00 de la noche. Y las propuestas de los sábados son a las 20:00 de la tarde", explica el propietario.