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CURIOSIDADES

Las máquinas arcade del zaragozano Christian Abad que desean de cineastas a deportistas

La inspiración de algunos de los diseños, muy populares en Instagram, son Pokémon, Dragon Ball Z o la saga de películas 'Regreso al Futuro'

LETICIA BUENDÍA /
El artista zaragozano Christian Abad con algunas de sus creaciones. / Instagram
icono foto El artista zaragozano Christian Abad con algunas de sus creaciones. / Instagram

Deportistas, dobladores, cineastas como Álex de la Iglesia o los 'streamers' e 'influencers' Mostopapi, Tiparraco y La Cocina del Pirata son algunas de las personalidades que han sucumbido al encanto de las máquinas arcade únicas y exclusivas del artista zaragozano Christian Abad, conocido en el mundo 'gaming' como Cris Arcades. ¿La inspiración de sus diseños? Pokémon, Dragon Ball Z o las sagas de películas 'Tiburón' o 'Regreso al Futuro', entre otros muchos tributos a la cultura pop y a los referentes populares de las décadas de los 80 y 90 del siglo XX. 

"Desde hace más de 20 años me dedico a este 'hobby' que para mí es el mundo arcade customizado", explica el artista, que ha encontrado en Instagram el escaparate perfecto para todos sus trabajos y diseños. "Normalmente, la gente se pone en contacto conmigo, pero no me sirve cualquier temática, me tiene que hacer 'tilín'. Los proyectos los selecciono yo", señala Abad. Uno de los más ilusionantes para él fue el que le encomendó tras contactarle por la red social, el director Álex de la Iglesia, basado en su película 'El día de la bestia'. El filme fue estrenado en 1995 y sirvió como trampolín para la carrera interpretativa de Santiago Segura, quien ayudó en el proceso creativo de la máquina. "Me estuvo comentando anécdotas que después me sirvieron de inspiración", indica.

Desde su domicilio en el municipio zaragozano de Cuarte de Huerva, el diseñador, que trabaja en una empresa de telecomunicaciones, elabora estas máquinas para las que suele destinar entre 40 y 45 días de "horas extra". "No repito ninguna, es la norma que me autoimpongo como coleccionista que soy de otros objetos. Además, firmo cada unidad y hago que sean únicas", explica Abad, quien, para financiar sus obras, lo único que le pide a su futuro dueño es que se haga cargo del coste de los materiales.

"Todas las máquinas que fabrico son una fuente de felicidad. Además, disfruto muchísimo con la entrega", cuenta Abad, que dice no quedarse con ninguna de sus creaciones a pesar de estar muy orgulloso del resultado: "Si supiera que son para mí no las haría con la misma alegría". "Las arcade que construyo no son habituales, tienen alma. Cada trabajo es mejor que el anterior", asegura. 

La nostalgia, la base de su trabajo

"Ahora ha habido un resurgimiento en el interés por este tipo de objetos en gente de cuarenta años para arriba. Somos quienes hemos vivido el mundo de los salones recreativos y, ahora, teniendo un mayor nivel de ingresos nos interesamos por videojuegos antiguos, juguetes como 'Masters del Universo', G.I. Joe...", explica sobre la actual fiebre nostálgica.

Pero, a pesar de estar actualmente de moda, Abad fue uno de los pioneros. Sobre cómo se introdujo en el mundo de las máquinas arcade, el artista cuenta: "Empecé haciendo restauraciones de muebles antiguos. Cuando los famosos recreativos empezaron a ir en declive por el auge de las videoconsolas, aquellas máquinas empezaron a salir a subasta o se regalaban para quitarse un 'trasto de encima'. Entonces yo me interesé".