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MEDIO RURAL

Las farmacias de los pueblos piden ayudas para seguir abiertas

Aseguran que tienen los mismos gastos que las de la ciudad, pero atienden a poca población y, además, necesita otro tipo de atención porque está envejecida

ARAGÓN NOTICIAS /
Imagen de archivo de una farmacia aragonesa.
icono foto Imagen de archivo de una farmacia aragonesa.

El medio rural aragonés ha visto bajar la persiana de nueve farmacias en los últimos y otras 53 sobreviven gracias a las ayudas del Gobierno.  Ahora el Ministerio de Sanidad plantea aumentarlas un 17'5%, pasando, como máximo, de 833 euros mensuales a los 979. Desde el Colegio de Farmacéuticos recuerdan que estas cantidades no se actualizan desde hace más de diez años y que en este tiempo el IPC ha subido más de un 14%. 

En total, hay 733 farmacias en Aragón y 233 están abiertas en municipios con menos de 1.500 habitantes, 123 con menos de 500 vecinos. En algunos puntos son el único contacto sanitario que tienen los vecinos porque los consultorios no abren a diario. Para garantizar su viabilidad, desde el Colegio de Farmacéuticos piden otras medidas, como incentivos fiscales o concertar servicios de atención a domicilio: "Remuneración de servicios de urgencia y de las guardias, seguimiento farmacoterapéutico, conciliación de la medicación cuando el paciente viene de otros nivel asistencial...", propone Enrique Eguizábal, vocal de farmacéuticos rurales del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza y farmacéutico de La Joyosa.

Marta Lázaro, farmacéutica en la localidad turolense de Beceite, considera que Sanidad podría financiar los sistemas Personalizados de Dosificación de medicamentos (SPDs): "Realizar los pastilleros semanales lleva tiempo y tiene un coste para nosotros, si la seguridad social lo pagara como un servicio, al final mucha gente se podría beneficiar".

Los farmacéuticos del medio rural trabajan con poca población y envejecida, con pocos ingresos, pero las farmacias tienen los mismos gastos que las de las ciudades: el local, los ordenadores o los lectores de códigos QR, y aseguran que es insostenible. Además, insisten, han sido esenciales durante la pandemia, con los centros de salud saturados, y añaden que son parte de la solución para luchar contra la despoblación