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AGRICULTURA

Las altas temperaturas de octubre hacen florecer los cerezos y amplían la recogida de judías verdes y tomate

Una de las consecuencias del aumento de temperaturas es la alteración de la evolución de los cultivos, a los que también afecta la falta de agua y el aumento de plagas debido al calor

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Las altas temperaturas han prolongado la producción de tomates y otros productos hortícolas.

Las altas temperaturas de octubre están alterando la evolución de los cultivos. Los cerezos comienzan a flrorecer en algunos puntos de Aragón y se mantiene la recogida de hortalizas poco habituales en otoño, como las judías verdes, los tomates, los pimientos o los pepinos. La falta de agua y el aumento de plagas debido al calor son otros de los problemas a los que se enfrenta la agricultura. 

Algunos de estos productos de la huerta pasarían a fomar parte ahora del invernadero, sin embargo, se siguen manteniendo en el exterior y su producción se ha alargado debido a que los termómetros continúan rondando los 30ºC. El estrés térmico que sufren las plantas también afecta a algunos frutales, que en lugar de perder hojas, están floreciendo. Con los cerezos en flor, una imagen más propia de mayo, cuando llegue el frío del invierno la flor se helará, morirá y no se transformará en fruto.

"Son flores, además, que no tienen ningún futuro. Son estériles de por sí, pero es que además se helarían en pleno invierno y lo que están haciendo es que al brotar ahora no tienen remplazo cuando llegue primavera en su época de floración normal. No va a haber unas yemas que la sustituyan, con lo cual ya se puede comprometer la cosecha", ha explicado Javier Rodrigo, investigador de la Unidad de Ciencia Vegetal del CITA. 

El inusual calor está alterando la evolución de frutales como los perales. Son cultivos que necesitan mucho frío en invierno y, si se mantiene esta tendencia, deberían trasladarse a otras zonas con temperaturas más bajas para poder desarrollarse correctamente. También las huertas se ven afectadas por el cambio climático y han alargado la producción de productos propios del verano."Este año al ver que el verano se alargaba tanto decidimos hacer las plantaciones de tomate fuera y evitar ocupar los invernaderos para ocuparlos con otro tipo de verduras. Lo único que necesitan un aporte mayor de agua y a favor tienen que su crecimiento vegetativo es mucho más rápido y mejor", ha explicado Jorge Guiral, propietario de Huerta Barbereta.