La solidaridad aragonesa se extiende los 365 días del año con múltiples iniciativas

La Navidad hace que la solidaridad aflore y las entidades aprovechan ese tirón para recogerla. Los aragoneses no son solo solidarios en estas mágicas fechas. Junto a los mercadillos de juguetes o la tradicional imagen de moteros solidarios vestidos de papá y mamá Noel, también se organizan partidos benéficos, campañas de recogida de material escolar, sanitario, o de acompañamiento.

"Muchísimas localidades, entidades y empresas nos ofrecen durante el año diferentes eventos, de distinta envergadura", explica Juan Carlos Acín, gerente de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Aragón (Aspanoa).

De enero a diciembre, los aragoneses muestran su apoyo económico a campañas puntuales, donan enseres y tiempo, porque la solidaridad también es acompañar y estar al lado de aquellos que lo necesitan por una u otra causa.

En Aragón, la red de voluntarios es extensa. "El goteo es continuo todo el año. El voluntariado no tiene época", resalta Marta Bonet, responsable provincial de captación de fondos de Cruz Roja.

Tan solo, como dicen, para ser voluntario hace falta ganas, porque son las organizaciones las que les forman en las actividades que van a realizar.  "Vienen de todo tipo de profesiones: banca, Ministerio de Defensa, transporte...", detalla Alberto García, vicepresidente del Banco de Alimentos de Zaragoza, que estos días realiza una de sus grandes recogidas de comida.

Cruz Roja, por ejemplo, este año ha llevado a cabo 53.000 acciones, gracias a la acción de los voluntarios. Al fin y al cabo, las necesidades y los problemas suceden y se tienen todo el año. Y, aunque haya épocas como la Navidad, de luces y villancicos, que empujan a colaborar un poquito más, la solidaridad no entiende de fechas.