Fallece José Manuel Pérez Latorre, uno de los arquitectos más significativos de Aragón

El arquitecto zaragozano José Manuel Pérez Latorre ha fallecido este jueves a los 76 años. Fue uno de los arquitectos más significativos de la capital aragonesa del siglo XX y lo que va de siglo XXI, y llevan su firma edificios tan emblemáticos como el Auditorio de Zaragoza o el Museo Pablo Serrano. Nacido en 1947, José Manuel Pérez Latorre estudió arquitectura en Barcelona, pero quiso volver a su ciudad por voluntad propia para devolverle, según sus propias palabras, todo lo que había aprendido.

Caminar por Zaragoza es descubrir la obra de un arquitecto que quiso dejar su impronta en la ciudad que le vio nacer. De pequeño acompañaba a su padre, también arquitecto, a ver las obras y jugaba a construir carreteras sobre la arena. "Uno nace entre ladrillos. Mi abuelo, mi padre, mis hermanos...Todos han estado trabajando en esas cuestiones y alguien al que le gusta el mundo de la creación y que tiene ganas de construir y crear, pues al final toma una decisión como esa, pero no impuesta, porque no se le ocurre que puede tomar otra", explicaba en una entrevista en Aragón TV. 

Como él mismo decía, sus edificios se caracterizan por la nitidez en las formas, la rotundidad en el asentamiento y el contraste de materiales naturales, como hormigones y arcillas con otros más nobles como mármoles y alabastros. El arquitecto zaragozano diseñó, además, el Museo del Foro en los años 80, el edificio de la CAI en el paseo Isabel La Católica y el Pabellón de Aragón en la Expo del 92. Este último fue especialmente complejo por ser desmontable. 

También consiguió proteger la cimentación de la plaza de La Seo frente a la humedad del Ebro y restauró el Teatro Principal. Ya en 1994 Latorre levantó el que se convertiría en seña de identidad de la cultura en la capital aragonesa: el Auditorio. Años más tarde, asombraría con el diseño del Museo Pablo Serrano, ya convertido en un icono de la ciudad, símbolo del arte moderno y actual. 

El Auditorio de Zaragoza, una de las obras más reconocidas de José Manuel Pérez Latorre.

José Manuel Pérez Latorre llevó su pasión por la arquitectura más allá de la capital aragonesa. Se enfrentó con éxito a problemas muy complejos, como las corrientes de agua en la catedral de Tarazona. Entre montañas, restauró la Estación Internacional de Canfranc y, también en el Pirineo, una de las iglesias más importantes de nuestra historia: Santa Cruz de la Serós, mil años después de que la mandara levantar el primer rey de Aragón, Ramiro I.