El tren cumple 175 años de vida en España

Fue un 28 de octubre de 1848. Ese día, diario 'El Barcelonés' anunciaba la llegada del primer ferrocarril a España con un viaje de 29 kilómetros, a una velocidad de 47 kilómetros por hora, que conectaba Barcelona y Mataró. No fue hasta 1861 cuando Zaragoza tuvo la visita de su primer tren. 

Aunque con un aspecto muy distinto al de la actualidad, el tren de ayer y el de hoy comparten el mismo propósito: mover a un gran número de personas de un sitio a otro. Aquel día, de mediados del siglo XIX, 900 pasajeros subieron a bordo de una locomotora.

Fue también la primera vez que alguién se atrevía en España a conducir una máquina tan avanzada tecnológicamente. "Creemos en la familia que era una persona muy aventurera, porque atreverse a manejar una máquina nueva en el país, una de vapor, eso sólo lo hacían los ingenieros y los maquinistas británicos", cuenta Gabriel Genescá, descendiente del primer maquinista español.

Aquellos vagones vinieron cargados de progreso, de la apertura del comercio, y, en definitiva, el avance de la sociedad y la economía. "Hasta la llegada del ferrocarril, las personas no se movían de su lugar de nacimiento prácticamente. Sólo se movían en un radio de unos 30 kilómetros", manifiesta Pilar García, directora del Museo del Ferrocarril de Cataluña.

Tuvieron que pasar tres años para que arrancara una segunda línea, la de Aranjuez-Madrid. Y 13 para que lo hiciera la de Zaragoza-Barcelona. 175 años después, casi 16.000 kilómetros de vías ferroviarias nos conectan los unos a los otros.