El mejor vino ecológico del mundo es aragonés y se elabora en una bodega de Tabuenca

Una buena cosecha, un año en una tina de roble, otro en una barrica y un tercero, como mínimo, embotellado antes de su comercialización dan como resultado el mejor vino ecológico del mundo, según el Concurso Mundial de Bruselas. El Palmeri Navalta 2018, de la D. O. Campo de Borja, se ha llevado la Gran Medalla de Oro en este prestigioso certamen anual. Su elaboración se produce en Tabuenca, un pequeño pueblo zaragozano situado en las faldas del Moncayo, desde la Bodega Palmeri Sicilia.

Para una bodega pequeña, que hasta hace poco tiempo solo producía un tipo de vino, recibir un galardón de esta magnitud llena de orgullo y tiene, por su exclusividad, un toque "quijotesco", según lo define Jesús David Cuartero, uno de los tres hermanos que encabezan esta bodega familiar, que también cuenta con capital suizo.

La bodega se hizo realidad en 2012 y con ella, los propietarios buscaban crear un producto propio "hecho con el corazón" y que tuviera algún valor diferencial, detalla Cuartero. Trabajan en ecológico desde 2014, pero su primer vino certificado como tal llegó cuatro años después. Para conseguir un vino ecológico son necesarios cuatro ciclos de crecimiento, realizar una recolección de la garnacha alejada de productos químicos y una elaboración del caldo exclusivamente artesana. Por eso, la añada de 2018 es la primera que tiene la certificación ecológica y haber recibido este galardón les produce, si cabe, más satisfacción debido al trabajo llevado a cabo por los hermanos Cuartero.

Los hermanos Cuartero son los propietarios de la Bodega Palmeri Sicilia.

Mercado internacional para este tipo de vinos

Este tipo de premios también sirven para que la D.O. Campo de Borja sea reconocida a nivel mundial. "No solo se beneficia a nuestra bodega, sino a todas las de la zona", defiende Jesús David Cuartero. En su caso, esta publicidad, sin embargo, no les proporciona un mayor número de ventas en España. "La producción se va toda al norte de Europa", explica el enólogo desde Tabuenca. Son 25.000 botellas cuyo coste de elaboración se ve reflejado en el precio final. Además, explican que en el país no existe una filosofía respecto al vino ecológico, que sí tienen, por ejemplo, en regiones como Escandinavia.

En cuanto al futuro, el enólogo tabuenquino explica que las añadas suelen ser cíclicas. “No todas las cosechas mantienen su calidad porque no todos los años la meteorología se comporta de la misma forma. El verano pasado fue un mal año, con poca producción, y este no parece que vaya a ser mejor”, explica Cuartero, quien confirma que hay viñas que, por la falta de agua, ni tan siquiera han brotado.

Pero ahora lo que toca en la Bodega Palmeri Sicilia es disfrutar del galardón. Haber conseguido, a la primera, elaborar el mejor vino de la especialidad del mundo es poner el listón muy alto. "Como no envíen una de nuestras botellas a la luna, no sé cómo se puede superar este momento", ironiza el enólogo creador del Palmeri Navalta 2018.