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PRECAUCIÓN

El deficiente mantenimiento de las chimeneas provoca un centenar de incendios cada invierno en Aragón

Solo en la provincia de Huesca, se producen 60 siniestros al año por esta causa. El mantenimiento es esencial para prevenir fuegos

ARAGÓN NOTICIAS /
Bomberos del SPEIS de la DPH durante una actuación en una vivienda. / DPH
icono foto Bomberos del SPEIS de la DPH durante una actuación en una vivienda. / DPH

Con la llegada del frío se intensifica el uso de las chimeneas y más en un año como el actual, en el que el encarecimiento de materias primas, sobre todo de carburantes, hace prever un mayor uso de estas fuentes de calor en detrimento de las calefacciones de gas o eléctricas. El mantenimiento de las chimeneas, así como el de cualquier otra fuente de calor, es imperativo para evitar sustos. El pasado invierno, el Servicio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamentos (SPEIS) de la Diputación de Huesca realizó en torno a 60 intervenciones por fuegos originados en chimeneas, desde pequeños incendios hasta grandes, como el que calcinó seis apartamentos en Campo

"La probabilidad de que se produzca un fuego crece, como en todos los sistemas productores de calor, si no se mantienen, utilizan y aíslan correctamente”, advierte Óscar Aguarta, jefe del SPEIS altoaragonés.

Más incendios en casas rehabilitadas

En la provincia de Teruel, los bomberos de la Diputación Provincial registran cada invierno unas 30 salidas por este motivo. El medio rural es el que acumula más llamadas por fuegos originados en chimeneas y estufas.

"Suele pasar más en las casas de los pueblos que están reformadas que en las que no. Al hacer una obra de rehabilitación se busca tapar y esconder los conductos de la calefacción y, normalmente, se hace en vigas y pilares de madera. Con las altas temperaturas que alcanzan los tubos -entre 180 y 200 grados- la madera se seca y a los dos o tres días arden las estructuras", explica José Luis Alejos, jefe de intervención de la zona oeste de la DPT. 

La limpieza y mantenimiento de los conductos es esencial y debe realizarse cada año antes de su primer uso. "Sobre todo en el fuego bajo la limpieza es muy importante", recalca el bombero. La madera con un alto contenido en resina es la más peligrosa, ya que al arder parte de ese líquido se queda en los tubos de las chimeneas, creando una capa de creosota. "Cuando volvemos a encender un fuego, prende esa resina y se producen grandes llamas, que son las que propagan el fuego", indica Alejos. 

El olor a humo es un claro indicativo de que algo ocurre. Muchas veces, indican desde los servicios de emergencias, no se ve el fuego hasta que es demasiado tarde. "La combustión es lenta y van quemándose las vigas, lo que hace que, en un momento dado, pueda llegar a colapsar un forjado", comenta el jefe de intervención de DPT. 

Bomberos de DPZ inspeccionan una vivienda tras un incendio en una chimenea. / DPZ

Además de un correcto mantenimiento, es aconsejable disponer de detectores de humo y de monóxido de carbono. Desde la Diputación de Zaragoza -donde en un solo fin de semana han llegado a contabilizar cinco siniestros- recuerdan que también es fundamental extremar la precaución con los circuitos eléctricos para no sobrecargarlos. Un simple cortocircuito puede desembocar en el incendio de una vivienda. 

Consejos ante un incendio:

  • Llamar al teléfono de emergencias 112. A veces se da por supuesto que alguien ha avisado cuando en realidad nadie ha llamado.

  • Antes de abandonar la vivienda, si es posible, cerrar todas las puertas y ventanas, tanto de la habitación donde haya comenzado el siniestro, para evitar que el fuego y el humo se extiendan por toda la vivienda, como del resto de la casa. Es lo que comúnmente los efectivos llaman 'cerrar la puerta al fuego'. Con esto se reduce además la intensidad de las llamas al acabar con la entrada de oxígeno en la habitación.

  • Cuando el incendio se produce en un bloque de viviendas y al salir de una de ellas los inquilinos ven que hay humo en la caja de escaleras, lo más seguro es quedarse dentro del piso con las puertas cerradas y colocar paños húmedos en las ranuras de la puerta. Lo más aconsejable en ese caso es permanecer en la habitación más alejada del fuego y avisar desde allí a los servicios de emergencias e informarles.

  • Acordarse de coger las llaves al abandonar la vivienda para entregárselas a los servicios de emergencias, ya que en muchas ocasiones se cierra la puerta sin tener las llaves y se retrasa la entrada de los efectivos.

  • Esperar fuera de la vivienda a los servicios de emergencia.