Un centro de reciclaje fotovoltaico supondrá una inversión de 2,5 millones y creará 15 empleos directos

El futuro Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (CERFO) de Albalate de Arzobispo (Teruel) ha sido declarado de Interés Autonómico en el Consejo de Gobierno celebrado este miércoles. Este proyecto, promovido por la consultora aragonesa Íber Sostenibilidad y Desarrollo, supondrá una inversión inicial de 2,5 millones de euros y la creación de 15 empleos directos distribuidos en tres turnos de trabajo. Esta declaración permite agilizar su tramitación y reducir así los plazos administrativos a la mitad, informan desde el Ejecutivo aragonés. 

La nueva planta industrial de la empresa, ubicada en una parcela de más de 6.000 metros cuadrados en el polígono San Cristóbal del municipio turolense, operará durante las 24 horas del día. De esta forma, permitirá tratar más de mil toneladas anuales de residuo fotovoltaico, lo que supone el reciclaje de 47.520 paneles solares al año. Con estos niveles de reciclaje se espera transformar el 87% de cada placa fotovoltaica en materiales de alto valor para la industria. 

Recuperación de aluminio, vidrio y silicio de las placas solares

El Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico trabaja, junto a la Fundación CIRCE, en la optimización del proceso de revalorización apoyado por las ayudas a la I+D+i empresarial que concede el Gobierno de Aragón. En concreto, la subvención para este proyecto impulsado por CERFO y CIRCE es de 373.750 euros con el objetivo de buscar una tecnología que permita optimizar la valorización de los materiales obtenidos en el proceso de reciclaje de los módulos solares y su posterior escalado industrial. Esta segunda fase del proyecto es la que se va a desarrollar en Albalate del Arzobispo. 

Se reciclarán módulos fotovoltaicos que han alcanzado el fin de su vida útil o que quedan fuera de uso por rotura durante la operación o mantenimiento de un parque fotovoltaico. Esto se llevará a cabo mediante un proceso centrado en el desarrollo de una metodología térmica, química o termoquímica que permita recuperar el aluminio, vidrio, células de silicio y otros metales para su reutilización posterior. Además, según indica Íber Sostenibilidad y Desarrollo, este proyecto tendrá importantes efectos socioeconómicos para la zona y para Aragón: "No solo en desarrollo económico y capacidad para generar empleo, sino por su impulso de la transición hacia una economía circular", concluye.