El consumo de psicofármacos como el Lorazepam se triplica entre los menores de 18 años en las últimas tres décadas

El consumo de todas las drogas ilegales está más extendido entre los hombres que entre las mujeres, pero en el caso de hipnosedantes, como el Lorazepam, Lormetazepam, Bromazepam o Alprazolam o el Diazepam, se da más entre las mujeres. El 19,6% de jóvenes entre 14 y 18 años asegura haberlos consumido alguna vez, según la ‘Encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias’ elaborada por el Ministerio de Sanidad.

Los hipnosedantes son un grupo perteneciente a los psicofármacos depresores del sistema nervioso central. El lorazepam (Orfidal) o el bromazepam (Lexatin) tienen efectos ansiolíticos. Otros tienen efectos hipnóticos, como es el caso del lormetazepam, y otros, son sedantes, relajantes musculares o anticonvulsivantes, como el diazepam (Valium). Actualmente, el consumo de todos estos tipos de fármacos se ha disparado entre los más jóvenes.

La sensación de desesperanza aumenta entre los jóvenes

El responsable del departamento Infanto-Juvenil de Asapme, Asociación Aragonesa Pro Salud Mental, Manuel Martínez, señala que en los últimos años se percibe el aumento en el consumo de este tipo de medicamentos entre los jóvenes. "Los cambios en los hábitos de consumo reflejan cambios sociales. La hipótesis que tenemos se basa en que, entre esta población existe una creciente sensación de desesperanza. Creen que la vida de adultos no se parecerá a la que tenemos actualmente y existe una incertidumbre mayor, asociada a la ansiedad".

Los hipnosedantes, añade Manuel Martínez, "tienen un acceso sencillo, están en más del 50% de los hogares españoles. Es preocupante la falta de una estrategia para afrontar realidades dolorosas o difíciles y se buscan soluciones más fáciles". 

El consumo de psicofármacos no ha dejado de crecer

En 2023 se estabilizó también el consumo de estos psicofármacos sin receta. La prevalencia de consumo de hipnosedantes entre los estudiantes de 14 a 18 años, se mantiene estable en el consumo esporádico y llega al 19,6%.

Este consumo ha ido aumentando a lo largo de toda la serie histórica en todos los tramos temporales que se han analizado, pero el último año ha marcado las prevalencias más altas desde que existe un registro de datos, triplicando los datos en las últimas tres décadas. El número de pacientes atendidos por la sanidad aragonesa con problemas de salud mental se duplica cada año desde 2020. 

La vocal de la sección farmacéutica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Mercedes Arias, explica que desde la pandemia la venta de ansiolíticos y antidepresivos se ha incrementado de manera notable. Este tipo de medicación "alivia un problema en un momento determinado", asegura Arias, pero "genera dependencia y tolerancia. Cuando se utiliza de manera continuada, el organismo se hace dependiente y, cuando se suspende, se genera síndrome de abstinencia. Cada vez se necesitaría una dosis mayor del fármaco para tener el mismo efecto. Son medicamentos muy efectivos, pero hay que recordar que lo son a corto plazo, nunca a largo. Cuando los jóvenes dejan de consumirlos, notarán la mejoría".  

Se registra un consumo mayor entre las chicas

La media del primer consumo de hipnosedantes está en los 14 años. Son unas sustancias que dejan importantes diferencias de lectura si se atiende al género. El consumo es mayor entre las chicas: una de cada cuatro reconoce haber ingerido este tipo de sustancias alguna vez en la vida (26,1%), proporción que se reduce prácticamente a la mitad entre los chicos (13,3%).

Tanto en el grupo femenino como en el masculino, la extensión del consumo de hipnosedantes, con o sin receta, aumenta a medida que lo hace la edad, por lo que la prevalencia más elevada en los diferentes tramos temporales se registra en el grupo de 18 años para ambos sexos.

Un 37% de las chicas de 18 años ha consumido hipnosedantes alguna vez en su vida, en comparación con el 25% que registran las que tienen entre 14 y 17 años. En el caso de los alumnos, un 18% de los de 18 años han consumido esta sustancia al menos una vez en su vida frente al 13% que se registra entre los de 14 a 17 años.

Destaca un incremento en el consumo de hipnosedantes entre las chicas, pasando de 24% en 2021 a 26% en 2023 y una reducción del mismo peso porcentual entre los chicos pasando de 15% a 13% en los dos últimos años.

Se estabiliza el consumo sin receta

El 9,7% de los alumnos admite que en alguna ocasión ha tomado hipnosedantes sin que se los haya recetado un médico. En el resto de tramos temporales, sin embargo, suben ligeramente las prevalencias de consumo de estas sustancias sin receta respecto a 2021, continuando así la tendencia creciente de los últimos años.

La edad de inicio en el consumo de hipnosedantes sin receta se ha mantenido entre los 14 y 15 años, siendo el promedio registrado en 2023 de 14,4 años.

Cuando se analiza el consumo de hipnosedantes sin prescripción médica, atendiendo al sexo y a la edad, se observa que se trata de un consumo más prevalente entre las chicas independientemente de la edad y el tramo temporal de consumo analizado. En el caso de alguna vez en la vida y del último año, las proporciones que se registran entre las alumnas están cercan de duplicar la que se registran entre los chicos.

El mayor porcentaje de consumo de estas sustancias sin receta se registra entre los estudiantes de 18 años. Históricamente este consumo siempre ha estado más presente entre las chicas, entre el 7 y el 13% a lo largo de la serie, mientras que, en el grupo masculino, la cifra de consumo ha oscilado históricamente entre el 4% y el 8%.