Cumplir cada cuatro años... ¡Felicidades a los bisiestos!

Es algo que pasa cada cuatro años. Un bisiesto tiene como diferencia de uno normal un día más: el 29 de febrero. El último fue en 2020 y el siguiente será el año que viene, en 2024. Aunque hoy no sea 29 de febrero y hayamos empezado ya el mes de marzo, esta jornada es especial para muchos de los que nacieron en año bisiesto, ya que celebran su cumpleaños.

Es el caso del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que cumple este miércoles 51 años. La última vez que pudo soplar las velas en su cumpleaños real fue en 2020, cuando cumplió 48 años, y en 2024 lo podrá hacer de nuevo para celebrar sus 52. Un hecho poco común, del que bromeó hace ya unos años en sus redes sociales. "Feliz 29 de febrero! Reivindicando el derecho de todos a tener cumpleaños...", escribía un 1 de marzo de 2011. 

Feliz 29 de febrero! Reivindicando el derecho de todos a tener cumpleaños...

— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) March 1, 2011

Le acompañan en este club de 'bisiestos' en el panorama nacional el futbolista del F.C Barcelona y de la selección española Ferrán Torres, el ciclista Rubén Plaza y la baloncestista Nuria Martínez. Fuera de nuestras fronteras también soplan velas el 29 de febrero el cantante y compositor Mark Foster, el escritor de ciencia ficción Tim Powers o los actores Ken Foree y Antonio Sabato. 

Las probabilidades de nacer en un año bisiesto son muy reducidas. En concreto, solo hay una posibilidad entre 1.461. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) registran 756 personas nacidas el 29 de febrero de 2020 en España. Una cifra en descenso teniendo en cuenta los datos de años anteriores. En 2016 hubo 1.030 nacimientos el último día de febrero, mientras que en 2012 hubo 1.117 y en 2008, 1.247. 

¿Por qué bisiestos?

Los años bisiestos hacen que el calendario anual se mantenga según sus estaciones. La Tierra tarda 365,256 días en completar una vuelta alrededor del Sol. Por eso, cada cuatro años se añade un día más al calendario para sincronizar el año solar con el cronológico. Una decisión que fue tomada en el Imperio Romano, cuando se implementó la modificación del calendario juliano. Más tarde, en el siglo XVI, el Papa Gregorio XIII modificó el calendario y estableció que los años bisiestos serían aquellos divisibles por cuatro.