Avanza el desmantelamiento de la central térmica de Andorra con la voladura de una de las calderas

Endesa continúa los trabajos de desmantelamiento de la central térmica de Andorra (Teruel) con la voladura controlada de la primera de las tres calderas de la instalación, una estructura metálica de 70 metros de altura, 780 metros cuadrados de base y una capacidad de 54.600 metros cúbicos.

Según informa la compañía energética, con la voladura controlada de esta caldera el proceso de desmantelamiento de la central de Andorra, que estuvo operativa a lo largo de cuatro décadas, se encuentra en un 86%. Los técnicos especialistas de Endesa han optado por este método con el fin de eliminar los riesgos derivados de la realización de trabajos en altura para el personal que toma parte en el desmantelamiento de grandes estructuras de la central.

Para llevar a cabo la voladura, se ha realizado previamente una excavación en la propia estructura para poder liberar las cimentaciones, que se han perforado para alojar las diferentes cargas de explosivos. En total, se han utilizado 650 kilogramos de dinamita que se ha activado a través de 312 detonadores electrónicos.

La voladura ha producido alrededor de 10.000 toneladas de residuos metálicos, que ahora serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. A esta voladura se suman los recientes trabajos de sellado del vertedero de Corta Barrabasa y los de adecuación de Mas de Perlé, donde ira un desarrollo fotovoltaico.

Los próximos pasos del proceso serán la voladura de las calderas grupo 2 y 1, así como la demolición de la nave de turbinas en su totalidad y la de los pequeños depósitos de la central. Al mismo tiempo, informa la compañía, se están llevando a cabo los proyectos del concurso de Transición Justa vinculados al nudo de Andorra, que prevén un nuevo desarrollo de energía renovable así como un "ambicioso" plan socioeconómico para la región.