Aspanoa y el I3A se unen en un proyecto para preservar la fertilidad de las niñas con cáncer

El 30% de las niñas que sufren cáncer tendrán problemas en un futuro para ser madres. Es una de las secuelas de los tratamientos que reciben para curarse. Ahora, Aspanoa y el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) se han unido en un proyecto que tiene como objetivo preservar el tejido ovárico de las niñas con cáncer y reducir la infertilidad en estos casos.

Entre 10 y 15 niñas contraen cáncer infantil al año en Aragón. Y el 80% se cura. Una de las secuelas más graves cuando crecen es la dificultad de quedarse embarazada. Hay técnicas como la congelación de óvulos, algo imposible si no han tenido todavía la regla. Es necesario entonces preservar su tejido ovárico.

"Si el ovario no funciona para producir óvulos tampoco lo hace para generar hormonas. Todo eso va a impedir que tenga un desarrollo, una adolescencia, normal, y puede traer otra serie de riesgos como hipertensión, problemas con la asimilación del calcio, menopausia precoz...", explica Clara Malo, investigadora del I3A.

La congelación del tejido ovárico ya se hace en algunos hospitales, pero cuando llega el momento de reimplantarlo años más tarde se ha perdido el 50% de las células reproductivas. El proyecto financiado por Aspanoa busca evitar esa pérdida de unidades y desarrollar un prototipo que permita estandarizar el proceso.

"Con esos dispositivos podemos ir cambiando los distintos componentes o enzimas de tal manera que así no se toca hasta que el cirujano lo vuelve a reimplantar en la paciente", cuenta Iñaki Ochoa, investigador del I3A.

Han hecho ya unos primeros ensayos con ovejas, porque su tejido es muy parecido al humano, harán pruebas también con tejidos de pacientes adultas y en dos años quieren comenzar con las pacientes infantiles.