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SOCIEDAD

'Speed watching' o la tendencia de consumir contenidos a doble velocidad en la cultura de la prisa

Las plataformas de vídeos por 'streaming' dan varias opciones para acelerar las series y películas, que llegan a doblar su velocidad predeterminada

M.B. /
'Speed watching', una tendencia de consumo rápido de contenidos audiovisuales. / Canva
icono foto 'Speed watching', una tendencia de consumo rápido de contenidos audiovisuales. / Canva

Netflix, HBO, Amazon Prime, Disney +, Spotify, Podimo o YouTube. Una serie nueva, una película que quieres ver o un podcast que llevas tiempo queriendo escuchar. Tenemos un universo de posibilidades que ver y escuchar, y cada vez va a más. Sin embargo, lo que no cambia es el tiempo con el que contamos para consumir todos estos contenidos. Así que no es de extrañar que ahora cada serie, película o vídeo que queramos ver lo podamos poner al doble de su velocidad, para acortar el tiempo que dedicamos a este rato de ocio. Se llama 'speed watching' y, aunque no lo parezca, este término lleva varios años asociado a la idea de ver películas y series a toda la velocidad que permita la plataforma.

La plataforma de contenidos en 'streaming' por excelencia, Netflix, deja elegir al usuario hasta cuatro velocidades distintas de reproducción de sus películas, series y documentales (0.5x, 0.75x, 1.25x y 1.5x). Una velocidad que se queda corta si se compara con YouTube, donde se puede acelerar el vídeo hasta el doble de su rapidez inicial. Una tendencia que tiene como objetivo aumentar la productividad del individuo, consiguiendo hacer el máximo número de cosas posibles en el mínimo tiempo necesario. Sin embargo, esta productividad no sería del todo real, ya que escondería una falta de entendimiento y de retención en la memoria de lo visto o escuchado. "Cada vez se tiene más información, pero menos conocimiento. No se profundiza. Sabemos muchas cosas, pero todas ellas se quedan en la superficie", argumenta el sociólogo Carlos Gómez.

YouTube recibe solicitudes para triplicar la velocidad de sus vídeos

El sociólogo explica este comportamiento como una consecuencia de la "sociedad de la productividad" actual. "Queremos aprovechar al máximo el tiempo. A todos los niveles, no solo en el trabajo o en el ámbito educativo, también en el lúdico y en el ocio. Esto nos lleva a vivir muy deprisa, a llevar un ritmo acelerado en el que se trata de sacar rentabilidad a todo", indica. Una cultura que, afirma, se ha inculcado a la población más joven desde una edad muy temprana. "Antes ibas tranquilamente a casa después del colegio. Ahora, se somete a un ritmo acelerado a los niños desde pequeños, con múltiples actividades extraescolares. A los jóvenes se les ha educado para ser productivos, para destacar, y eso puede generar muchas frustraciones al incumplir las expectativas planteadas", añade. 

La plataforma de vídeos 'YouTube' afirmó el año pasado que sus usuarios habían ahorrado un promedio de más de 900 años de tiempo de vídeo al día al verlo a una velocidad más rápida. Según la plataforma, la mayoría de las personas ven los vídeos a la velocidad predeterminada, pero cuando las personas usan la función de acelerar el contenido, la mayoría de las veces se utilizó al 1.5x de rapidez. Sobre todo, la velocidad acelerada se utiliza cuando el contenido se visualiza desde dispositivos móviles. "Incluso hemos recibido solicitudes para agregar velocidades de reproducción de 3x, 3.5x y 4x", cuentan desde YouTube.

"El Whatsapp lo leemos por encima, escuchamos más rápido los audios que nos envían, si vemos demasiados diálogos en una película la aceleramos... Queremos coger la información de la forma más rápida posible. No le podemos dedicar mucho tiempo porque todos tenemos muchos otras tareas que hacer. Ese sentimiento de no llegar a todo, de ver cómo se acumulan las cosas que hacer provoca que vivamos en una aceleración constante, porque tenemos una mentalidad de rentabilidad de la productividad", afirma Carlos Gómez. Una tendencia que, de vernos reflejados en ella, podemos dejar atrás, según reconoce el sociólogo: "Al final, hay que tener en cuenta que el mayor aprendizaje te lo da la vida. Vivir. Aprender de lo que observas, de lo que vas conociendo, y así sacas lecturas de vida que te invitan a frenar".