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NUEVAS TECNOLOGÍAS

La inteligencia artificial se abre paso en la sociedad y en las empresas en pleno debate sobre sus límites

ChatGPT asombró al mundo en 2023, pero en 2024 tenemos ya sobre la mesa la inteligencia artificial aplicada a las imágenes en movimiento. El programa 'Objetivo', de Aragón TV, analiza este sábado la situación de esta tecnología y hacia dónde avanza

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El Mobile World Congress ha mostrado en Barcelona los últimos avances de la IA.

2023 fue el gran año de la inteligencia artificial (IA) generativa, con hitos como Chat GPT, un programa que puede elaborar textos siguiendo las indicaciones del usuario. Ahora, 2024 podría ser el gran año del desarrollo de la IA aplicada a la imagen en movimiento. El programa Objetivode Aragón TV (sábado 2, 13:25), busca descubrir qué será lo siguiente, cuál es el mundo más que cercano que se diseña en las mentes y las computadoras de técnicos, instituciones y empresas de todo el mundo. Para obtener estas respuestas, el programa ha preguntado a cinco aragoneses que están en primera línea del conocimiento y del mercado.

Si Chat GPT supuso una revolución tecnológica en 2023 para la elaboración de textos, aplicaciones como Sora, desarrollada por la empresa Open AI, permitirá crear videos de gran definición de imagen de hasta un minuto de duración.

Y entre los lanzamientos de Chat GPT y Sora, Elon Musk ha hecho pruebas implantando chips en el cerebro, En esta coyuntura, la Unión europea ha fijado las primeras normas para controlar la inteligencia artificial y los centros escolares están limitando el acceso de los alumnos al móvil. 

Entre el desarrollo de las máquinas y las restricciones legales aparece un mar de dudas y por ello, cinco aragoneses en primera línea del mercado y la investigación tecnológica intentan responder qué será lo siguiente.

Eduardo Mena, experto en Ingeniería del Conocimento, explica que la inteligencia artificial generativa "no sólo analiza grandes cantidades de datos y saca conclusiones" sino que se usa "para generar contenido para generar cosas que no existían antes basándose en grandes cantidades de información que sí que existían".

Imagen del superordenador MareNostrum 5.

No obstante, todo está lejos de ser perfecto. La socióloga Tatiana Íñiguez explica que si una inteligencia artificial se basa en un contenido previamente generado y ese contenido "ya tiene un sesgo" como por ejemplo, "que esté producido generalmente por un hombre blanco heterosexual burgués", al final el contenido que produzca "va a tener este sesgo y va a poder discriminar a otras minorías como la mujer, minorías étnicas, etc.".

Pero la evolución en este campo es constante. José Antonio Ondiviela, director del Observatorio SmartCities para Europa Occidental, explica que "se está agotando lo que es la IA estrecha o limitada, que es la programada por un operador", y se está "en el límite de empezar a trabajar en la IA general". "Los sistemas empiezan a tener conciencia de sí mismos, empiezan a razonar, empiezan a poder tener emociones, sentimientos y, por tanto, los robots van a poder tener una relación muy diferente con los humanos", explica.

Y para que las máquinas actúen, necesitan datos. Libelium es una empresa aragonesa que se dedica a captarlos. Desarrollan sensores que toman datos ambientales en calles o carreteras y que ayudan a que las máquinas tomen decisiones. Y también los humanos. Su responsable, Alicia Asín, recuerda que "los datos pueden empoderar a la ciudadanía". Es lo que llama 'datocracia'. Es decir, "que la ciudadanía esté más informada y se sienta más empoderada a través de los datos".

Las bases de datos cada vez mayores que necesita la inteligencia artificial son analizadas por computadoras que cada vez tienen que ser más potentes. Cuantos más datos sean capaces de procesar, mejor. Cuantas más operaciones y algoritmos sepan aplicar, más resultados darán. A finales de diciembre se inauguró el MareNostrum 5 en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona que dirige el aragonés Mateo Valero, quien hace hincapié en el alto coste de esta tecnología y sus consecuencias: "Estas máquinas son supercaras. Y si un país no tiene esas máquinas, no puede hacer la investigación asociada a esas máquinas. Imaginaos que dijéramos hay países que no pueden tener microscopios, o que no pueden tener computadores". 

Los errores de la IA y su mal uso por los humanos

La inteligencia artificial tiene también su cara B. A los errores propios de las máquinas, se suma el mal uso de las aplicaciones. Esta semana en Zaragoza se ha descubierto que 13 chicos menores de edad han difundido fotografías de compañeras de instituto manipuladas con inteligencia artificial para que aparecieran desnudas. Seis de ellos son inimputables por tener menos de 14 años. Unión Europea, gobiernos nacionales, autonómicos y hasta los colegios toman medidas para limitar el mal uso de la inteligencia artificial.

Una aplicación permitió manipular imágenes para simular desnudos. | Guardia Civil

Eduardo Mena reconoce que empieza a haber "casos indeseables que ni los que crearon esas tecnologías querían que se utilizara para eso". No obstante, añade que "cuando lo usan millones de personas siempre hay malos usos". La socióloga Tatiana Íñiguez aboga por un uso "consciente y dialogado incluso en la familia y centros educativos más que un uso restrictivo" y que los adultos sean también referentes para los menores en el uso de esta tecnología.

José Antonio Ondiviela destaca el papel de Europa en materia de regulación: "Regulamos las cosas antes de que sucedan. En Estados Unidos, primero es el dinero, el 'business'. Y los chinos van al revés. Primero es el Rstado como bloque. No importa el individuo", dice. Para Alicia Asín, el liderazgo a nivel tecnológico es clave porque "solo el que lidere va a ser capaz" de poner las reglas del juego. Pero esa regulación no debe hacerse "a costa de que la tecnología vaya más despacio, sino acelerando la regulación y ese análisis ético" de todo lo que hay que hacer, matiza.

Sobre este aspecto, reflexiona también Mateo Valero: "En Europa, y soy un defensor de la autonomía tecnológica, no me gustaría quedarme como si quisiéramos ser los árbitros de un partido en el que no vamos a tener jugadores, definiendo las reglas pero sin jugar". 

Para educar a las máquinas con los valores humanos se lanzó el dilema MIT. En situación de avería, un vehículo autónomo va a atropellar, necesariamente, a un anciano o a un bebé. ¿Qué decisión debe tomar? Usted puede dar su opinión, pero las máquinas no piensan, actúan según los datos disponibles. 

"¿Por qué los programadores de Facebook deciden bloquear determinadas cuentas? ¿Quiénes son ellos para decidir lo que es pornografía y lo que no es? Debería definirlo un comité ético, o un Gobierno. Las compañías de tecnología siempre hemos estado diciendo: 'Decidme, dadme una legislación que cumplir'", apunta Ondiviela.

"Yo tengo la suerte de formar parte del Instituto Hermes. Es un 'think tank' donde nos dedicamos al estudio de todas la materias que están en estos momentos impactando en la ciudadanía. El trabajo que se hace es elaborar diferentes guías informativas tanto para que la ciudadanía tome conciencia como para proporcionar ayuda al Gobierno u oposición", señala, por su parte Alicia Asín.

El futuro ya está aquí

Pero ¿estamos preparados para tantos cambios y tan rápidos? La inteligencia artificial ha comenzado ya a modificar nuestro entorno, desde la forma de buscar pareja a comprar, pasando por la vigilancia de nuestra salud o el estudio.

La IA se combina con todo tipo de tecnologías para cear nuevos productos tecnológicos.

La duda es si este cambio será a mejor o a peor. "Está por ver. Creo que estamos todavía en una fase muy incipiente como para saber si ese cambio es positivo o negativo, y si va a ser tan sustancial como fue la aparición de internet y las redes sociales", señala Tatiana Íñiguez. 

En cualquier caso, es un cambio que ha llegado para todos, sea cual sea nuestra edad. "Por mucho que tengas 60 o 70 años esto es para ti, y vas a tener que utilizarlo", asegura José Antonio Ondiviela, que concluye: "Hay que verlo con optimismo. Hay que ver que el mejor momento de la historia de la humanidad es este".