Acusaciones y Fiscalía piden la pena máxima para la madre y padrastro de Laia por la muerte de la niña

Las acusaciones particulares y la Fiscalía coinciden: la muerte de la pequeña Laia fue agónica y cruel, soportó un maltrato continuo durante mucho tiempo y su madre y padrastro son los culpables. Por eso, califican la muerte de asesinato intencionado con el agravante de parentesco y piden la pena máxima: prisión permanente revisable. Así lo han manifestado este jueves en el último día del juicio por el crimen de la pequeña el 23 de enero de 2021 en el barrio zaragozano del Picarral.

"Entiendo que los acusados son los dos autores de la muerte por omisión, y uno de ellos, por lo menos, por acción", ha señalado el fiscal Javier Checa.

La acusación particular es más dura. Hablan de violencia vicaria, porque entienden que el daño no solo se lo querían hacer a la menor, también a su familia. "Nos encontramos ante dos criminales crueles, dos asesinos de una niña y no de cualquiera: de su hija y de su hijastra", ha señalado el abogado de la acusación Manuel Hatero. 

Tenían, ha dicho la representante del Gobierno catalán, un claro desprecio por la vida de Laia, de apenas tres años, y por eso piden también la pena máxima. "Se ha cometido un delito de asesinato con alevosía en la modalidad de desvalimiento de la víctima, porque estaba indefensa y se aprovecharon".

La defensas consideran que no tenían intención de matar a la niña. Alegan una acción de homicidio por impudencia, puesto que, según dicen, ella en ningún momento pudo prever que la situación doméstica fuera a acabar en la muerte de su hija. La madre ha renunciado a su turno de última palabra. El padrastro, por su parte, ha dicho que no imaginó lo que iba a suceder.

A lo largo de la semana han declarado los médicos forenses y los agentes de Policía. También han testificado los dos acusados, y la hija mayor, que entonces tenía nueve años, quien ha relatado los malos tratos a su hermana. El juicio se retomará el lunes, cuando el magistrado entregará al jurado popular el objeto del veredicto.

Un centenar de lesiones y restos de droga

El crimen se produjo el 23 de enero de 2021. La autopsia reveló que la menor presentaba un centenar de lesiones en su cuerpo y que falleció a causa de una peritonitis provocada por los golpes, dolencia por la que la pareja no acudió a ningún centro sanitario.

Además, los forenses encontraron en el cuerpo de la menor restos de cocaína, marihuana y ansiolíticos. La pareja había llegado a Zaragoza con la menor y sus tres hermanos unos seis meses antes del suceso, pese a que los servicios sociales de Cataluña avisaron de que devolverle la custodia a la mujer suponía un grave riesgo para los menores.