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La SD Huesca se queda a cero tras desaprovechar un sinfín de ocasiones (0-0)

El conjunto oscense empata contra el Mirandés en su segundo partido de la pretemporada

Aragón Deporte /
Lance del partido. Foto: Aragón Deporte
icono foto Lance del partido. Foto: Aragón Deporte

Intenso partido de una Sociedad Deportiva Huesca a la que solo le faltó el gol contra el Mirandés en Tafalla. Cuco Ziganda sacó para su segundo amistoso un once con tres centrales -Jeremy Blasco y los dos Pulidos- y la presencia de dos canteranos como Manu Rico y Aznar. En un ambiente caluroso y pesado, los aragoneses hicieron un gran esfuerzo para salir entonados desde el inicio y les salió bien en cuanto a juego... pero no en cuanto a acierto. 0-0 tras un partido en el que merecieron ganar. 

Un zurdazo de Joaquín que se marchó cerca del larguero fue lo más destacado de un buen Huesca que no paraba de pisar cancha rival. El malagueño se aprovechó de un envío en largo de Álvaro. Jugaba suelto el equipo oscense ante un Mirandés más defensivo. El experimental once de Ziganda -el sistema de tres centrales rendía- tenía más el balón, con las imprecisiones y la falta de ritmo propias de una pretemporada aún naciente. El siguiente en intentarlo de forma clara fue Enzo Lombardo, quien soltó un gran latigazo que desvió a córner el portero rival. Conforme pasaban los minutos el partido fue creciendo en igualdad. Jorge Pulido, correcto atrás, desbarató un par de llegadas prometedores de los mirandeses; y en el 38, cabeceó en un córner a favor para obligarle a Ramón a hacer un auténtico paradón y que el balón golpeara en el larguero. Quedaba otra muy buena ocasión: el otro Pulido, Rubén, remató picado de cabeza para que Rubén se estirara abajo haciendo otro auténtico paradón. Se iba al Huesca al descanso con la sensación de que podía ir ganando perfectamente. Y es que el Mirandés apenas había atacado (dos salidas de Álvaro tras dos balones en largo (una con el pecho con un balón que buscaba a Gabri y otra con el pie).

En la segunda mitad fue el turno del típico baile de cambios, con un equipo totalmente distinto del de la primera mitad. Una oportunidad para ver al recién incorporado Obeng, a Sako, Kortajarena o Gerard Valentín. Seguía atacando el conjunto oscense. Kanté tuvo dos clarísimas, la segunda un duro disparo que dejó el larguero temblando. Gerard Valentín provocó -y falló- un penalti en el 67... parecía increíble que el partido fuera 0-0. No bajó el pistón el Huesca pero el partido fue perdiendo gas hasta el final. Mejores sensaciones en el segundo partido pero el mismo escaso acierto en lo más importante: el gol. 

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