La metamorfosis ante los grandes

Jornada a jornada, el Real Zaragoza se ha convertido en un equipo imposible de batir incluso para los grandes. Sus 9 partidos sin hincar la rodilla dan fe de ello, pero hay más: 4 de ellos han sido contra equipos que aspiran al ascenso (3 empates y una victoria). El conjunto aragonés se ha vuelto rocoso ante Albacete, Levante, Granada y Eibar. 6 puntos ha sacado contra ellos en los últimos dos meses y en esos partidos solo ha encajado 4 goles; además, en la victoria ante el equipo nazarí el equipo cuajó la actuación más destacada del curso ante una afición entregada. Un estado de forma que llega tarde (el sexto puesto es casi una quimera) pero que puede sentar las bases para el curso que viene, sabiendo que Fran Escribá continuará como entrenador y que Juan Carlos Cordero lleva meses trabajando en la plantilla.

A principios de febrero, el Real Zaragoza no había sido capaz de batir a ninguno de los 'grandes' de la categoría (de hecho la mayoría de los partidos habían sido derrotas) y se tomó la visita del Alavés como un reto. El 1-4 fue un golpe de realidad. ¿Vientos de crisis? Eso pareció, sobre todo después de caer 3-0 ante el Málaga. Tras ello, Escribá levantó su muralla y fue creciendo poco a poco, casi de cero. Dos empates a nada ante Burgos y Lugo le dieron paso a una gran goleada ante el Leganés. Tras ello, empates a uno ante Huesca, Albacete y Levante; posteriormente, las victorias ante el Granada y el Racing y la agridulce igualada de Ipurua. Ahora, el Real Zaragoza quiere seguir disfrutando contra Las Palmas (domingo 30, 21:00 horas en La Romareda).