Ismael Abad y una vida dedicada, golpe a golpe, al muay thai

Ismael Abad lo dice con voz firme cuando tiene que explicar qué le aporta el muay thai: "Respeto, dedicación, esfuerzo y disciplina". Unas virtudes que se ha tomado tan en serio como el sacrificio con que esculpe su cuerpo: el aragonés llegó a entrenar seis horas diarias; ahora, compagina el muay thai con su vida laboral y se ejercita tres horas todas las tardes junto a Manuel Bernal, su entrenador. 

Una receta que le ayuda en su vida personal. A los quince años dejó las malas compañías para meterse en un gimnasio y engancharse a un deporte que entrenamiento a entrenamiento le fue atrapando hasta engancharle por completo. Y él fue ganando combates nacionales representando a Aragón. Así, en varios pesos como 48, 51, 54 y 55 kilos ha sido campeón de España junior a nivel amateur. Aragón tiene un auténtico líder en este deporte también conocido como boxeo tailandés, que se diferencia de otras disciplinas de contacto similares como el kickboxing en la puntuación y en el ritmo de pelea. En el kickboxing todo puntúa igual, puñetazos, patadas... en el muay thai siempre se valoran más los golpes como el pateo, el atacar con acciones de patadas altas (las bajas puntúan menos). Los golpes de rodilla rectos y contundentes también cuentan más, lo mismo que la rotundidad de los mismos. "El muay thai es el arte de las ocho extremidades, puedes golpear con los puños, codos, rodillas y piernas, y es un deporte en el que no ganan los más fuertes sino los más inteligentes", corrobora Ismael Abad. 

Y es que estrategia también cuenta. Hay diferentes tipos de peleadores, algunos de puños, otros más técnicos y vistosos. Otros buscan más las distancias cortas para entrar con las rodillas. Así, los jueces valoran esa inteligencia, esa pericia que tiene cada luchador a la hora de llevarse la batalla a su terreno. Una partida mental donde la inteligencia cuenta tanto o más que el puro despliegue de fuerza física. Cuando competía a nivel amateur, Abad se enfundaba espinilleras, coderas y caso. Ahora, en un nivel profesional, únicamente lleva protectores bucal e inguinal y guantes. Los asaltos profesionales en vez de dos minutos tienen tres (y en occidente suelen ser tres asaltos).

Una carrera llena de experiencias al límite

"El muay thai para mí es un estilo de vida que llevo practicando desde los quince años. Poquito a poquito se ha ido convirtiendo en algo muy importante en mi vida. He peleado por toda España y a nivel internacional en Tailandia también, en dos ocasiones", cuenta un Ismael que afirma que hay veces que siente miedo cuando tiene que encarar un combate pero enseguida se lo sacude en cuanto pisa el ring. Para Abad el dolor es algo mental, una elección ante cada golpe: por más duro que sea, la adrenalina y las ganas le protegen de cualquier daño. Una fortaleza que transciende los combates: "Lo he vivido como una experiencia límite, porque siempre he tenido miedo a viajar, a la hora de coger el avión y todo eso. Me ha quitado los miedos y me ha enseñado que hay que aprovechar la vida y disfrutar de cada momento".

Seis veces campeón de España en muay thai

El zaragozano ha sido campeón de España seis veces en categoría amateur junior; ahora, en categoría profesional, quiere vivir en Tailandia para triunfar de lleno en un deporte que enderezó su vida a los quince años. Un presente y un futuro que quiere marcar con las huellas de los golpes de cada combate.

Puedes conocer más del muay thai y ver los movimientos y golpes en el vídeo de Ismael Abal y Manuel Bernal entrenando juntos.