El Pamesa Teruel Voleibol se juega toda la temporada a una carta

Llegó el momento. Sin posibilidad de cometer errores, a todo o nada, los pupilos de Maxi Torcello deben derrotar al Unicaja Almería este sábado (19:30 horas en el streaming de Aragón Deporte) para poner el 1-1 en el global, forzar el tercer partido y remontar la eliminatoria. En casa, en el pabellón de Los Planos, con el calor de su público, los jugadores esperan reencontrarse con su mejor juego, el que les permitió ser el equipo sorpresa de la Copa del Rey.

Hace unas semanas, Unicaja Almería cantó sin desafinar el estribillo de la famosa canción de Peret: “no estaba muerto, que estaba de parranda”... y con un nuevo intérprete en el banquillo: Axel Mondi. Esa música puso el punto final a la temporada regular y dio un serio toque de atención al Pamesa Teruel Voleibol de cara al playoff (3-0). Unos días después, el equipo naranja volvió a partir a tierras almerienses con el objetivo de evitar que la renovada orquesta verde entonase de nuevo esa melodía. El despliegue fue mucho mejor, pero tampoco logró ese plus de intensidad que requiere un clásico (3-2). Una serie de errores en los momentos clave del partido le pusieron en la picota… aunque con la posibilidad de bajar de ella por sus propios medios.

Una de las características del conjunto turolense es su casta, su pundonor, esa capacidad que ha demostrado para ponerse levantarse cuando le han noqueado. Por este motivo, la semana ha sido exigente en el aspecto moral y deportivo. El trabajo de Maxi Torcello ha consistido en transformar esos malos pensamientos en “mala leche” y corregir sobre la pista esos errores en remate y recepción que tanto penalizaron en el primer choque. Como ha recalcado Torcello, Pamesa Teruel y Unicaja Almería son “dos equipos bastante parecidos”, especialmente en tareas de “bloqueo y defensa”. No obstante, la llegada del nuevo técnico al banquillo andaluz le ha permitido “mejorar bastante su saque”, y eso el equipo naranja lo pagó en el partido de ida. 

“Nosotros tenemos que estar muy finos en recepción, que es donde más nos complicaron, y después son pequeños detalles los que inclinan para un lado u otro la balanza. En esos detalles también tenemos que estar muy finos”, ha apostillado el entrenador del Pamesa Teruel. El balón está en la cancha del cuadro turolense. Remar a contracorriente en un clásico siempre es una tarea complicada, y con el plus de jugarse todo a una carta para no comenzar las vacaciones antes de tiempo. No obstante, esta temporada la plantilla ha demostrado que sabe responder a los golpes, y ahora toca volver a hacerlo.