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La fábrica de cuentos de Anita de Arbués

Editoriales aragonesas infantiles para Navidad

ARAGÓN CULTURA /
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La zaragozana Ana Laín rescataba las historias de los vecinos de Arbués cuando era pequeña. Décadadas más tarde ha creado su propia editorial, Fuendepila, que ya cuenta con más de 20 títulos publicados, en los que recoge leyendas del territorio y para los que se rodea de autores e ilustradores nacidos o afincados en Aragón.

Una aventura que comenzó desde que era pequeña, cuando pasaba los veranos en casa de sus abuelos en Arbués, un pequeño pueblo del Pirineo: "Actualmente solo tiene cuatro casas habitadas, pero cuando era pequeña tenía entre ocho y diez. Yo iba por las casas y les pedía a las abuelas que me contasen cosas de cuando eran pequeñas. En casa, escribía varias copias de una revista o fanzine que repartía por el pueblo", recuerda Laín.

Como todo en esta historia, el nombre de Editorial Fuendepila tampoco es casualidad: "Es una finca que tienen mis abuelos en Arbués a la que iba mucho de pequeña. Es un sitio mágico y siempre me imaginaba que allí vivían los duendes, las hadas... y sigo pensando que así es".

Para Ana son muy importantes las raíces. Sabe que la literatura y la ilustración, unidas en cuentos familiares, son herramientas muy poderosas para transmitir valores a pequeños y grandes de la casa. Así que imprime en su editorial una filosofía que huye de lo comercial: "Hay corrientes ahora que están en contra de emplear el cuento como medio para enseñar a los niños y es un medio de transmisión de prudencia. Los cuentos siempre nos hablan de problemas básicos de la humanidad", afirma.

Sus publicaciones trabajan la igualdad de género, la eliminación de los roles típicos que se han asociado a niños y niñas. Los libros de Fuendepila vienen con manual de instrucciones. Ya que están dirigidos también a niños que todavía no saben leer. Y ahí es donde entran los padres. "Lo importante no es que los hijos lean, sino leérselo desde que son pequeños".

Para las ediciones, ha encontrado su propio estilo. Siempre cuenta con ilustradores aragoneses o afincados en el territorio, como Javi Hernández, Mamen Marcén y otros profesionales como Iris Campos, para la traducción en aragonés u otros profesionales de la psicología. De lo demás, se encarga la propia Ana. ¿Siguen cumpliendo los cuentos la misma función que en la antigüedad? "Totalmente sí, a través de ellos puedes hacer entender algunos temas importantes en la evolución de la sociedad".

Desde su fábrica de cuentos Ana Laín demuestra que los cuentos son una poderosa herramienta de comunicación entre padres e hijos y abuelos y nietos y que la maquinaria sigue funcionando desde el principio de los tiempos.

Fotografías

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