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SALUD

Beneficios y riesgos de la testosterona, una hormona deficitaria en el 40% de los hombres mayores de 50 años

El director del Instituto de Urología y Medicina Sexual de Zaragoza, Luis Rodríguez-Vela, insiste en que "ningún varón debe autoadministrarse testosterona". No se trata de un elixir mágico, pero bien administrada puede ayudar a muchos pacientes

SARA COMÍN / ARAGÓN NOTICIAS /
Aumentan los tratamientos de testosterona. / Europa Press
icono foto Aumentan los tratamientos de testosterona. / Europa Press

Más del 40% de los hombres mayores de 50 años presenta déficit de testosterona, denominado hipogonadismo. Es la hormona masculina más importante y su presencia en el cuerpo está relacionada con el deseo sexual, la erección, así como la actividad física y la mental. A medida que se envejece, disminuye el nivel de testosterona. Los actuales tratamientos pueden ayudar, pero no en todos los casos. 

Los expertos llevan tiempo observando un incremento de varones que acuden a sus consultas con cuestiones relacionadas con este déficit. Hace unos años surgió un debate sobre si el uso de esta terapia podría estar vinculado con un aumento de riesgo cardiovascular. Tal y como recoge el doctor Luis Rodríguez-Vela, que cuenta con más de 30 años de experiencia y dirige el Instituto de Urología y Medicina Sexual de Zaragoza, esta posibilidad quedó descartada en el estudio 'Traverse', publicado en 2023 y que incluía las pruebas en más de 5.000 hombres de 45 a 80 años que presentaban cifras de testosterona baja y enfermedad o riesgo cardiovascular. Pese a esta demostración, incide en que este tipo de tratamiento "siempre debe contar con supervisión médica especializada".

Aumentan las consultas y, paralelamente, se ha incrementado el tipo de tratamientos. Para Rodríguez-Vela, es fundamental tener la certeza de que el paciente tenga déficit de testosterona y que así lo ratifiquen los análisis de sangre. De no ser así, pueden surgir efectos adversos. 

Los síntomas que desencadena la falta de testosterona están vinculados con el descenso del deseo y la actividad sexual, que se asocia con la disminución de erecciones matutinas, descenso de la actividad física, con tendencia al cansancio, así como cansancio mental o pérdida de memoria. 

A pesar de que se ha descartado el riesgo cardiovascular, antes de someterse a este tipo de tratamiento, explica el doctor Rodríguez-Vela, es necesario realizar "un estudio integral sobre la salud del varón". Eso permitirá contar con un diagnóstico preciso basado en su historia clínica, a lo que es necesario sumar una exploración física y un análisis de sangre; de hecho, si se sospecha que puede existir un déficit de testosterona, se realizará un análisis específico que determinará la causa de esta carencia y, por tanto, el tratamiento que debe seguir el paciente. 

Lo que es fundamental para este experto es que “ningún varón debe autoadministrarse testosterona" porque, si está mal indicada, “puede generar efectos secundarios”, añade el experto. De hecho, “si hay cáncer de próstata, este tratamiento hará que crezca más rápido”, de la misma manera que aumentaría los glóbulos rojos y las enzimas hepáticas. Aunque en este último caso sería en un porcentaje muy bajo, influiría negativamente en determinados pacientes. 

Rodríguez-Vela incide en que son muy pocos los efectos adversos siempre que el tratamiento cuente con seguimiento médico. En la actualidad, la testosterona se aplica en forma de gel o mediante inyecciones.