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Los momentos únicos de 'El legado invisible'
Poner en valor el patrimonio aragonés es el objetivo del programa desde su nacimiento. Para despedir la temporada, recopila los momentos más singulares a través de un recorrido por las tres provincias
La Catedral de Tarazona, el Palacio de la Aljafería, el mausoleo de los amantes en Teruel o la Ciudadela de Jaca, entre otros, son los escenarios elegidos para recordar el viaje que ‘El legado invisible’ (martes, 21:35 h.) ha hecho en los nueve episodios de esta temporada, de la mano de Nacho Navarro.
En la provincia de Zaragoza, la Catedral de Tarazona es una de las construcciones más destacables, con dos elementos muy característicos: el triforio, al lado del retablo, y el cimborrio, culminando el templo. Otro edificio clave es el enigmático Monasterio de Veruela, con sus famosas leyendas de Bécquer.
En la capital aragonesa, se puede encontrar una gran riqueza arquitectónica y decorativa en lugares como el Palacio de la Aljafería, el Palacio Episcopal y el Museo Alma Mater, así como en dos de las joyas de la ciudad: sus catedrales. La Seo y El Pilar abren las puertas a sus espacios más desconocidos.
Sin moverse de Zaragoza, ‘El legado invisible’ se hace eco de la relación existente entre Aragón y su hidráulica a través de la Torre del Agua, presidiendo la Expo que, este mismo mes, celebra su decimotercer aniversario.
En Huesca, son cuatro los puntos simbólicos elegidos del paisaje aragonés. Desde la Cueva de las Güixas con sus leyendas, ritos y brujas; pasando por las imponentes fortalezas del Castillo de Loarre y la Ciudadela de Jaca con sus ocultos subterráneos; hasta llegar al alegórico Monasterio de San Juan de la Peña, cuna del Reino de Aragón.
Al sur del mapa, la monumental villa medieval de Valderrobres revela las curiosidades de su plaza y castillo. Y, finalmente, en la capital turolense, el mausoleo de los amantes pone el punto final al capítulo.