Benedicto XIII: tenaz, luchador y con personalidad

La figura de Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna, se ha convertido en un hito en la historia. Pedro Martínez de Luna nació en 1328 en Illueca (Zaragoza) y murió en Peñíscola en 1423 a los 96 años. Fue elegido papa en Aviñón (Francia) durante el Cisma de Occidente que dividió a la Iglesia a fines del siglo XIV, cuando se gestaba un malestar en Italia por el continuo nombramiento de papas franceses y no romanos o italianos. Y es que el dominio francés del papado llegó hasta tal punto que la Santa Sede se trasladó a Aviñón, en el sur de Francia.

En este contexto histórico nació Pedro de Luna, cuya familia era una de las más notables del reino, entroncada con arzobispos y reyes. Empezó la carrera militar y luego se dedicó a la Iglesia. Estudió Derecho Canónico en la Universidad de Montpellier, en la que luego fue profesor y donde abrazó la carrera eclesiástica. Fue elegido cardenal por el papa Gregorio XI, el último papa de origen francés, conmovido por su alto linaje aragonés, la valía mostrada en sus estudios jurídicos y la moralidad de sus costumbres. 

Tenaz, luchador y con una fuerte personalidad, Pedro Martínez de Luna se convirtió pronto en figura de primer orden en la Iglesia. Existe la opinión de que la pelea que mantuvo el Papa Luna contra sus enemigos dio lugar a la frase popular "mantenerse en sus trece", en referencia a la negativa de Benedicto XIII de renunciar a su posición de papa.

La relación del cráneo del Papa Luna con la localidad de Sabiñán se remonta siglos atrás. La capilla del Palacio de los Condes de Argillo, en el municipio zaragozano, ha acogido los mencionados restos desde la Guerra de Sucesión, según algunos de los autores consultados, y desde la Guerra de Independencia, según otros. Ahora, 20 años después de su robo, vuelve a su lugar de origen.