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SENTENCIA

Prisión permanente revisable para el parricida de La Almozara

La Audiencia Provincial considera probado que el acusado asesinó a su padre, al que propinó 56 puñaladas, e intentó matar a su madre. Es la primera condena de este tipo en Zaragoza y tercera en Aragón

ARAGÓN NOTICIAS /
Momento en el que se leyó el veredicto del jurado popular.
icono foto Momento en el que se leyó el veredicto del jurado popular.

El parricida de La Almozara, Héctor López Ferrer, ha sido condenado a prisión permanente revisable. La Audiencia Provincial considera probado, como ya hizo el jurado popular, que el hombre propinó 56 puñaladas a su progenitor, causándole la muerte y siendo culpable en todo momento de sus actos. La pena impuesta incluye el agravante de parentesco, que supone 12 años de cárcel. Se trata de la primera condena de este tipo en Zaragoza y la tercera de Aragón, tras Igor el Ruso e Iván Pardo por el caso Naiara

El fallo de la Audiencia impone también al condenado la prohibición de aproximarse a su madre, a la que también intentó asesinar, y a su hermana a menos de 500 metros y establecer cualquier tipo de comunicación con ellas durante 26 años. 

A lo anterior se suma la obligación del acusado de hacer frente a las costas procesales y a indemnizar a su madre con 45.000 euros y otros 175.000 por el asesinato de su cónyuge y a su hermana, con 100.000 euros por el mismo motivo. 

El abogado de la defensa tiene ahora diez días para interponer recurso de apelación a esta sentencia, que se alinea con la petición de prisión hecha por parte de la acusación particular. 

56 puñaladas con una navaja

Los hechos sucedieron en el domicilio que la familia compartía en la calle El Reino, el 28 de junio de 2021. El acusado llamó a sus padres, que estaban en la playa, y les pidió que volvieran a Zaragoza porque no se encontraba bien. El matrimonio regresó ese mismo día y fue por la noche cuando ocurrió el trágico suceso. 

La mujer se fue a dormir y el acusado, tras ver un partido de fútbol y sin mediar palabra, se abalanzó sobre su padre, que tenía limitaciones motoras, y le asestó 56 puñaladas con una navaja. Se la clavó en distintas partes del cuerpo, fundamentalmente en la cabeza y el cuello, tal y como reveló la autopsia.

Al oír los ruidos, su madre salió del dormitorio y fue entonces cuando arremetió también contra ella. Pero su hijo resbaló y la mujer, aunque herida, pudo salir de casa para pedir ayuda y salvar su vida.