Prisión para el detenido con 2.000 pastillas de Rivotril y 30 recetas falsas

El titular del Juzgado de instrucción en funciones de guardia de Zaragoza ha decretado el ingreso en prisión de un hombre de 37 años que fue detenido por la Policía Nacional con más de 30 recetas falsas en su poder y alrededor de 2.000 comprimidos de Rivotril, fármaco que se usa para elaborar una sustancia psicotrópica consumida originalmente en Marruecos por personas de bajo poder adquisitivo.

El hombre fue detenido el pasado 7 de mayo en una céntrica calle de Zaragoza cuando se disponía abandonar la ciudad, como supuesto autor de los delitos de falsedad documental y contra la salud pública.

La investigación fue llevada a cabo por el Grupo de Trafico Minorista de Estupefacientes y, según reconocen desde la Jefatura Superior de Policía, resultó especialmente compleja, puesto que el presunto autor de los hechos no reside de forma habitual en Zaragoza y se había desplazado hasta esta ciudad por unos días con la intención de adquirir el mayor número de comprimidos posible para, después, regresar a Barcelona.

25 farmacias en menos de diez horas

En el momento de la detención el varón portaba cerca de 2.000 comprimidos de Rivotril, así como más de una treintena de recetas falsificadas con las que se podía haber hecho con otros 2.000 comprimidos más. De la investigación de los hechos, los agentes dedujeron que en menos de diez horas este hombre accedió a más de 25 farmacias de la capital aragonesa, donde adquiría mediante receta falsa una caja de comprimidos de Rivotril, por la que pagaba poco más de dos euros.

En las recetas falsificadas aparecía el número de colegiado y la firma de un doctor de Las Palmas, quien ya denunció en el año 2018 la usurpación de sus funciones. El Rivotril, con el clonazepam como principio activo (incluido en la lista del Convenio de Viena de 1971 sobre sustancias psicotrópicas), es la base para la elaboración de una droga conocida en Marruecos como 'Karkubi'.

La mezcla de hachís y Rivotril le añade un elevado poder psicotrópico que, al ser mezclado con alcohol o pegamento, proporciona efectos alucinógenos. Según recuerdan desde la Policía Nacional, esta droga tiene su origen y distribución en las zonas humildes de Marruecos, donde es consumida por personas con bajo poder adquisitivo, por lo que es popularmente conocida como la “droga de los pobres”. En España se ha ido extendiendo el consumo de esta sustancia, sobre todo entre la población más joven, desde hace unos años.

La Jefatura Superior de Policía de Aragón lanza una advertencia a las farmacias y les pide que ante cualquier duda sobre la autenticidad de una receta o su contenido se pongan en contacto con Policía Nacional. La dispensa excesiva de este medicamento puede suponer un doble riesgo para la salud, primero por la posible distribución sin el debido control facultativo del medicamento en sí, y por otro lado el riesgo que supone al ser mezclado con otras sustancias psicotrópicas.