"No importa si es el original o el tributo, emocionalmente el público vive las canciones de Queen"

Está considerada la mejor banda tributo a Queen. Basta con asistir a uno de los conciertos de Dios Salve a la Reina (o God Save The Queen, en su versión en inglés) para cerciorarse de que la ambientación, el espectáculo e incluso el cantante hacen pensar que se está disfrutando de un auténtico concierto del mítico grupo de rock de los años 70 y 80 que lideró Freddy Mercury. Zaragoza es uno de sus lugares de referencia en Europa.

"Cuando estamos a punto de salir el escenario, hay un chip que cambia. Arriba es como si fuéramos Queen, pero siempre con el máximo respeto y asumiendo que cuando bajamos somos Pablo, Ezequiel, Matías...", cuenta Ezequiel Tibaldo, bajista del grupo. "Con el tiempo nos dimos cuenta de que la gente lo disfruta a un nivel que ya no importa tanto si es el original o el tributo, sino que emocionalmente están viviendo las canciones de Queen. Hay una magia allí que va más allá de detalles", añade.  

Habituales en las Fiestas del Pilar desde 2006, raro es el año que su nombre no está en el cartel de los mejores 'shows'. Y en todas las ocasiones congregan a miles de personas. "Venir a Zaragoza es como volver a casa. Nuestro primer 'show' de concierto importante en España fue en las fiestas del Pilar de 2006 y eso está marcado de por vida. Años después hicimos una producción en la que estuvimos mucho tiempo en España y nuestra base era Zaragoza, es el lugar donde vivíamos", indica el bajista del grupo, Ezequiel Tibaldo, que indica que su metamorfosis en Queen es un poco como una "doble vida".

Este año se suben al escenario del Príncipe Felipe el sábado 8 de octubre, a partir de las 21:30 horas. Todo apunta a que volverán a hacer vibrar al público como llevan haciendo de forma ininterrumpida en sus más de 20 años de trayectoria. "La música de Queen sigue estando vigente, creemos que la gente la valora como ninguna otra, al punto de que sigue habiendo fans acérrimos, pequeños, niños, que están desfasados cuatro generaciones y lo viven con esa pasión con la que lo vivía la generación de mis padres", destaca el bajista. 

Sin embargo, Tibaldo asegura que nunca tuvieron la expectativa de llegar a ser lo que son hoy: "Era un desafío que parecía imposible. Empezamos como chavales que eran fans de Queen, tocábamos para divertirnos. Había una química muy buena y un día Pablo se dejó bigote y se cortó el pelo y vimos que era igual que Freddie Mercury. Ahí empezó todo. Le fuimos dando forma sin saber a dónde iba a ir a parar".